Dentro de las Cantigas de Santa María el rey Alfonso X el Sabio decidió incluir esta cantiga n.º 353.

Su título es el siguiente: Quen a omagen da Virgen e de séu Fillo honrrar. En galaicoportugués se nos dice: Como un meninno que crïava un abade en sa castra tragía de comer ao meninno que tiínna a omagen enos séus braços, e disso-ll' a omagen que comería con ele mui cedo.

Un rico veneciano solo tenía un hijo porque todos los demás habían muerto. Lo mandó a un monasterio el abad dejaba que jugase en el claustro. Una vez entró en la iglesia y se quedó admirando una imagen de la Virgen y con el Niño. Quedó tan maravillado que visitaba a Jesús a menudo, decidiendo darle una porción de su comida, e incluso prometió dársela cada día. Hizo esto durante quince años y la estatua terminó habándole, diciéndole que comería de la mesa de su Padre al día siguiente. El abad entendió lo que eso quedía decir y nombró un sucesor. Ambos, el abad y el niño murieron y subieron al cielo.

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La interpretación es de Syntagma Musicum USACH.