¡Feliz viernes! Si ayer disfrutamos de una bella sonata alemana de un compositor alemán no demasiado conocido, hoy vamos a hacer lo mismo con uno español. Sí es conocido por un movimiento de una composición, que no es la de hoy.

Es Salvador Bacarisse (1898-1963), compositor español nacido en Madrid. Estudió piano y composición en el Conservatorio Superior de Música de Madrid y allí le dio clase de composición Conrado del Campo. Bacarisse fue miembro del Grupo de los Ocho (junto con Ernesto y Rodolfo Halffter, Juan José Mantecón, Julián Bautista, Fernando Remacha, Rosa García Ascot y Gustavo Pittaluga), similar al de los Seis franceses, con objeto de luchar contra el conservadurismo en la música clásica. Gracias a su puesto como director de Unión Radio (hasta 1936), pudo promover la música moderna, algo que reflejó en sus propias composiciones iniciales, llenas de disonancias e incluso con carácter politonal. Posteriormente tendió a un neorromanticismo mucho más español en carácter.

Salvo un movimiento de una pieza, en general es un compositor bastante desconocido. Su Concierto para piano n.º 4 en re mayor, op. 88 es poco interpretado. Es una composición que data de 1953 e inmediatamente podemos apreciar su grandísima calidad y su arte a la hora de orquestar. Su primer movimiento, Allegro con brio, tiene un carácter encantador y lleno de descaro. En el podemos escuchar unos bellos sonidos desenfadados. El segundo es un Adagio molto y tiene un carácter lírico que Bacarisse sabía explotar muy bien. El tercero es un Allegro scherzando, que tiene un carácter frenético y exige una gran técnica en el pianista.

La interpretación es de Juan Carlos Garvayo (piano) y la Orquesta Filarmónica de Málaga dirigida por José Luis Estellés.