En ti confío

Herr, auf dich trau, Krieger

¡Feliz lunes! Estamos más o menos en mitad de este tiempo cuaresmal, raro porque no es como el de otros años (aunque sí, tristemente, como el pasado). La confianza de nuestra vida cristiana solo puede estar en Dios, que es quien nos sostiene, aunque muchas veces no sabemos apreciarlo. Hoy vamos a quedarnos en la Alemania de Bach para disfrutar de una bella composición.

J. P. Krieger

Es de Johann Philipp Krieger (1649-1725), compositor alemán nacido en Núremberg. Era uno de los maestros más sobresalientes de su tiempo, un poco anterior a Bach pero contemporáneo suyo. Con ocho años empezó a estudiar clave y pronto empezó a dar conciertos para asombro de todos. Viajó a Copenhague para seguir formándose allí pero terminó regresando a Alemania. Fue organista en Bayreuth y luego marchó a Italia, de nuevo para seguir formándose. Parece ser que en Venecia estudió con Rosenmüller y en Roma con Pasquini. En 1677 comenzó a estudiar en Halle y, finalmente, se trasladó a Weissenfels, donde permaneció hasta su muerte. Escribió una grandísima cantidad de obras (entre ellas, más de dos mil cantatas) pero muchas se han perdido. Destaca por haber adoptado textos de madrigales en sus cantatas religiosas.

De él vamos a escuchar su obra titulada Herr, auf dich trau ich, con texto del salmo 31. Es una composición en la que apreciamos perfectamente esa influencia italiana y esas enseñanzas de Rosenmüller. Es casi un continuo arioso con momentos en recitativo, a veces dando paso a tímidos ritmos de danza (no perdamos de vista que es una obra religiosa). A la voz de soprano se les unen dos violines que empiezan sonando en paralelo pero que luego van evolucionando de forma más libre. El diálogo con la voz se hace así más intenso y casi más amoroso, expresando así más vivamente la confianza en Dios que describe el texto y que el alemán subraya especialmente a lo largo de toda la composición.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Ensemble Continuum.

Volver arriba