Te Deum laudamus
¡Feliz miércoles! Hoy es 31 de diciembre, último día del año. La Iglesia establece indulgencia plenaria para quien en el día de hoy rece públicamente el tedéum. Nosotros vamos a escucharlo para así favorecer más a esa oración de acción de gracias.
Creo que nunca había aparecido por aquí Nicolás Zabala (h. 1772-1829), compositor español nacido en Sevilla. Al parecer, entre 1791 y 1796 fue maestro de capilla de la colegiata de San Salvador de la capital hispalense y constatemente estuvo presentándose a diversas oposiciones para puestos en distintas catedrales con poco éxito. En 1796 lo hizo en Cádiz y no lo consiguió, pero sí pudo ser nombrado organista. Su estilo parece que tuvo allí alguna oposición, quejándose algunos canónigos de que lo que tocaba no era apropiado para las celebraciones litúrgicas. Pronto el cabildo cambió de parecer y llegó a nombrarlo maestro de capilla interino, alcazando la titularidad en 1815. Terminó falleciendo en Cádiz, estando enterrado en la cripta de la catedral.
De él vamos a escuchar su Te Deum, compuesto para ser interpretado el día que se promulgó la Constitución de 1812. Como era habitual en la época, la obra está interpretada para coro y orquesta, con especial protagonismo de los violines. El inicio, Te deum laudamus, que es lo que vamos a disfrutar, está compueto a ocho voces y vemos cómo el maestro consigue un perfecto equilibrio entre las voces y los instrumentos.
A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.
La interpretación es del Conjunto Vocal e Instrumental VIRELAY y la Capilla de Música de la Catedral de Cádiz dirigidos por Jorge Enrique García Ortega.
