¡Feliz martes! Pues sí, este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. El fundamento de nuestra fe se basa en que Dios actuó por medio de la resurrección de Cristo y por eso tenemos que estar alegres, pero alegres de verdad. Vamos a hacerlo más realidad con la bella música de hoy.

Es de Jacques Arcadelt (1507-1568), compositor francoflamenco nacido en Namur. Es uno de los padres del madrigal, junto con Verdelot y Festa. Nuestro maestro de hoy es bastante esquivo con respecto a su biografía porque poco se conoce de sus primeros años. En 1538 se marchó para Florencia y comenzó a publicar famoso libros de madrigales. Su grado de calidad fue tal que terminó influyendo en otros grandes compositores como Monteverdi o Palestrina. En 1555 regresó a Francia para trabajar al servicio del duque de Guisa, de quien fue su maestro de capilla. Allí vio cómo había un género, el de la chanson, que también se amoldaba a su forma de componer por lo que adaptó sus madrigales al nuevo gusto, que adornó también con los cambios rítmicos para enfatizar el significado del texto.

Vamos a escuchar su motete Haec dies a cuatro voces. Apreciamos cómo Arcadelt está atento a esas inflexiones del texto para destacarlas de una forma especial. El contrapunto va ganando cada vez más en riqueza y el ritmo se va haciendo más movido; más pascual, podríamos decir. Desde abajo hacia arriba, imitando de alguna forma a la evolución de la muerte a la vida del resucitado, las voces van entrando en una imitación que casi también parece que va evolucionando porque las voces van apareciendo con cierta urgencia. El motivo inicial es el que conduce la obra en todo momento y es el que incluso genera el jubiloso exultemus. Una bella obra.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de The Giltspur Singers.