¡Feliz lunes! Terribles palabras estas que vamos a escuchar hoy puestas en música. Son palabra del libro de los salmos en las que se muestra a ese Dios enfadado y cuya ira hay que aplacar. Afortunadamente, Jesús nos cambió la imagen de Dios a la de una que es todo amor.

El compositor de hoy es Henry Purcell (1659-1695), compositor británico nacido en Westminster. Ella llamado el Orpheus Britannicus gracias a su habilidad para fundir el contrapunto inglés con un uso dramático e intenso de las palabras. La gran mayoría de su producción es vocal aunque sí es cierto que tenemos alguna música instrumental suya. Escribió, además de una sola ópera, mucha música incidental para diversas obras escénicas. En 1677 consiguió un buen puesto de compositor para la corte y dos años más tarde sucedió a John Blow como organista de la Abadía de Westminster, puesto que conservaría durante toda su vida. Consiguió un puesto aún más prestigios ya que era uno de los tres organistas de la Capilla Real.

Escuchemos su himno Lord, how long wilt thou be angry?, Z25. La partitura autógrafa data de comienzos de la década de 1680 y es una maravillosa síntesis de los estilos de composición antiguo y nuevo. Se abre con un coral a cinco partes mostrando la influencia de otros como Byrd o Gibbons, a quienes Purcell estudió. Su particular lenguaje armónico hace aparición, especialmente en el texto Shall thy jealousy burn like fire for ever, lleno de angustia. La obra sigue con un coro en homofonía y luego más cromamismo que colorea la música hasta al coro final, lleno de esperanza, compuesto en compás ternario.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de The Cambridge Singers dirigidos por John Rutter.