Dos fábulas

Dos fábulas, Shostakovich

¡Feliz martes! Hoy vamos a escuchar música de fábula basada en un texto de fábula. El maestro que se encarga de ponernos hoy la música es de uno de esos grandes nombres que no lo pasó nada fácil para lograr hacerse un hueco. Y no porque le faltase cualidades como compositor sino porque las autoridades políticas (siempre llegamos a lo mismo) le pusieron las cosas difíciles.

Dmitri Shostakóvich

Se trata de Dmitri Shostakóvich (1906-1975), compositor ruso nacido en San Petersburgo. Su estilo ácido llegó a irritar a Stalin y el compositor sufrió un ataque de lo más feroz. El maestro tuvo que venirse algo abajo porque temía que lo metiesen en la cárcel. Compuso así su quinta sinfonía que casi fue del gusto de todos. Su música se vio influida por la omnipresente política, algo especialmente evidente en su séptima, de inmediato éxito, algo que incluso le hizo aparecer como portada de la revista Time. En 1948, junto con Prokófiev y otros, fue acusado de componer «perversiones formalistas». Poco a poco su estilo se fue haciendo cada vez más sombrío y la presencia de la muerte se puso aún más de manifiesto.

Escuchemos sus Dos fábulas de Krylov, op. 4. Fueron compuesta por el ruso cuando casi era un niño. Krylov, el autor del texto, es como el La Fontaine ruso y se basó también en Esopo. Las obras son ligeras y líricas, con un uso ya maduro de las texturas y con un humor que también está lleno de profundidad. En la primera, «La libélula y la hormiga», los dos insectos conversan con la voz aguda (libélula) más imaginativa y el acompañamiento grave (la hormiga) más monótono. En la segunda es un asno el que se pone en conversación con un ruiseñor, que canta por invitación del primero. La obra es una maravilla y ya en ella vemos cómo el joven Shostakovich apunta maneras. Él mismo hizo una reducción de la pieza para voz y piano.

La interpretación es de Larissa Diadkova (soprano) y la Orquesta Sinfónica de Gotenburgo dirigida por Neeme Järvi.

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