En mi fiel Dios



¡Feliz viernes! La semana laboral toca a su fin y nosotros vamos a hacerlo aquí con una brevísima obra de un compositor ignoto por aquí. Para mí por lo menos lo era hasta que encontré esta obra y tampoco es que haya demasiadas composiciones de él. Pero como de muestra vale un botón, aquí hay uno muy bello. Se trata de una obra procedente de la escuela alemana para órgano y que tantos maestros ha dado. Entre ellos, claro está, el inconmensurable J. S. Bach.

Pero hoy no es él quien está con nosotros sino Johann Nicolaus Hanff (1665-1711/12), compositor alemán nacido en Wechmar. Según nos reporta Johann Mattheson este estudió con Hanff durante cuatro años en Hamburgo. Fue nombrado organista de la corte del príncipe-arzobispo de Lübeck mientras residía en Eutin. Tras ello parece ser que regresó a Hamburgo. En 1711 consiguió el ansiado puesto de organista de la catedral de Schleswig, pero no pudo disfrutarlo mucho porque falleció unos meses más tarde. Es un maestro desconocido y su producción es escasa ya que la que se conoce se reduce a tres cantatas religiosas y seis corales para órgano. Estos existen en copia de Johann Gottfried Walther y están escritos en un estilo que posteriormente desarrollaría Buxtehude. Destacan por que en ellos la mano derecha ejecuta una melodía muy ornamentada.

Esto podremos apreciarlo en el coral Auf meinen lieben Gott. La melodía de dicha mano derecha es de una dulzura muy especial. Como mencioné antes podemos perfectamente ver ese estilo incipiente que retomaría Buxtehude e incluso Bach en alguna de sus obras tempranas. El Pachelbel organista también recorre con aire fresco esta composición. Poco más se puede decir de esta meditativa pieza que solo tiene veintiún compases. Solo que es una delicia.

La partitura de la misma puedes descargarla aquí (página 4).

La interpretación es de Jochem Schuurman al órgano de la Iglesia de San Martín de la localidad holandesa de Groninga.

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