La gracia de nuestro Señor Jesucristo

La gracia de nuestro Señor, Rosenmüller

¡Feliz jueves! Con esta fórmula comienzan todas las eucaristías por lo que su importancia es capital. Los compositores también se han hecho eco de ella y la han reflejado en los pentagramas. Es el caso del gran maestro de hoy, que vivió en una Alemania llena de arte.

Johann Rosenmüller

Disfrutemos de la música de Johann Rosenmüller (c. 1619-1684), compositor alemán nacido en Ölsnitz. Empezó estudiando en su propia ciudad natal y luego fue asistente en la Escuela de Santo Tomás de Leipzig, de forma que empezó a enseñar música en 1642. Su actividad en la ciudad no cesó puesto que en 1651 fue nombrado organista de la iglesia de San Nicolás. Sin embargo, todo se torció en 1655 ya que tanto él como varios escolares fueron encarcelados por el delito de homosexualidad. Logró escapar y se marchó a Venecia para seguir dedicándose a la música, en esta ocasión como trombonista en San Marcos y luego en el Ospedale della Pietà. Precisamente se llevó a Alemania el estilo italiano, enriqueciendo la música de su país.

Escuchemos su pequeño motete Die Gnade unsers Herren Jesu Christi. Pone en música las conocidas palabras del inicio de la eucaristía (y del final de los ritos protestantes): «La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros», que están tomadas de la Carta a los Corintios. Esta composición fue publicada en Leipzig en 1652. El maestro hace una mezcla de pasajes a solo y para todo el conjunto en un estilo muy personal y perfectamente reconocible.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es del Ensemble 1684.

Volver arriba