La gracia en tus labios

¡Feliz lunes! Vamos ya caminando por la primera semana de febrero y hoy vamos a disfrutar de un música que nos va a hacer volver la vista al día de ayer, importante fiesta litúrgica. Escucharemos una obra de un compositor con un apellido ilustre, pero que no es el de la primera fila.

Estaba aludiendo a Michael Haydn (1737-1806), compositor austríaco nacido en Rohrau, al igual que su famoso hermano Joseph, y quien es algo responsable de que la fama se haya visto algo oscurecida. En 1745 se marchó a cantar en la catedral de Viena y allí aprendió a tocar algunos instrumentos. Tras un breve paréntesis en Hungría, se fue con un puesto en Salzburgo, posición en la que llegó a influir grandemente en Mozart. En 1777 fue nombrado organista en la iglesia de la Trinidad mientras Mozart lo fue de la catedral, puesto que luego alcanzaría Haydn. Como compositor era muy versátil y escribió tanto en estilo antiguo como en otros más modernos, todo ello tanto con respecto a la música religiosa como a la profana. Fue pionero en la religiosa, siempre amoldándose a la liturgia y a sus distintas reformas.
Escuchemos su motete Diffusa est gratia, con texto propio del ofertorio para el día de la Presentación del Señor en el templo, que celebrábamos ayer. Hay partes que se conserva en la iglesia de San Pedro de Salzburgo y están datadas en 1778. Las voces cantan en alternancia entre los solistas y el coro completo y sí podemos apreciar los rasgos de una obra que podemos enclavar en el periodo clásico por su estilo. Una verdadera delicia de aire fresco para empezar esta semana.
La partitura de la obra puede descargarse aquí.
La interpretación es de solistas, coro y Orquesta Filarmónica Györ dirigida por Miklós Szabö.