¡Feliz martes! En realidad, todo lo que salió de las manos de el compositor que nos acompaña hoy es grande, porque su forma de componer lo fue tanto que no solo nos legó inmensas obras sino que su estilo de componer es de esos que tienen una sombra tan alargada que incluso llega a nuestros días.

Es Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), compositor italiano nacido en Palestrina y muerto en Roma. Nació en el seno de una familia humilde y la fecha exacta no se conoce. Los musicólogos Torrigio y Ceceoni la fijaron en 1528 y Adami en 1529. Su hijo Igino dejó entrever que su padre murió en 1594 con noventa años, por lo que la fecha de nacimiento debió ser 1524. Los registros públicos de la ciudad de Palestrina se quemaron a mediados del siglo XVI y no se tiene constancia de otro tipo. De lo poco que podemos estar seguro es que, alrededor del año 1540, fue a Roma a estudiar música y que de ahí se dedicó a ir por diversas ciudades para cantar ya que, como niño de coro, tenía unas facultades fuera de lo normal.

Escuchemos su impresionante Misa Veni Sponsa Christi. Está basada en el motete homónimo también de Palestrina, y nuestra obra de hoy está escrita a cuatro voces. El maestro hace un uso avanzado de la tonalidad, casi mirando más al futuro. Organiza el material temático de una forma cíclica ya que vuelve al motete de referencia una y otra vez a lo largo de la obra. Busca un equilibrio entre los fragmentos con textos más largos (silábicos) con otros más breves (melismáticos). De la misa casi puede hacerse un libro y lo importante, más que eso, es disfrutar de esta composición inmortal.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es del Choir of St. John's College, Cambridge, dirigido por George Guest.