Tres grandes titanes

Concierto para tres pianos, Mozart

¡Feliz miércoles! Escribir para tres instrumentos no es nada fácil (supongo porque yo no soy compositor). Si es un trío tiene que ser algo delicado y complicado pero imagínate que esos tres instrumentos interactúan con la orquesta. ¡Tiene que ser algo sensacional! Sobre todo si se sale airoso del lance, claro. Porque se puede escribir una verdadera birria pero también se puede componer una maravilla como la de hoy.

W. A. Mozart

La maravilla es de, no podía ser otro, Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo. Parece ser que empezó a componer cuando tenía unos seis años y buscaba notas que se gustasen entre sí. En 1762 compuso cinco minuetos, una sonata y un allegro. Lo más sorprendente: en 1767 terminó su primera ópera, Apolo y Jacinto. Siendo joven fue nombrado maestro de música de los príncipes-arzobispos Schrattenbach y Colloredo, aunque no se lo pusieron fácil. A Colloredo en particular no le tenía semasiado cariño y dijo que era «un patán y un idiota». Hay quien opina que esta mala relación se debía a que verdaderamente Mozart detestaba a los nobles. Pensaba que solo se casaban por el interés y que una vez que la esposa hubiese dado a luz al primogénito varón las rechazaban de la forma más despiadada.

La maravilla que Mozart nos tiene preparada para el día de hoy es su Concierto para tres pianos y orquesta en fa mayor, n.º 7, KV 242. De vez en cuando componías conciertos inusuales para distribuciones originales. La causa más corriente era los encargos. El de hoy lo fue de la condesa Lodron y sus hijas Aloysia y Giuseppa. La madre le pidió una obra que pudiesen interpretar ella y sus hijas, cosa a la que Mozart accedió, ajustando sabiamente los grados de dificultad (dos partes moderadamente difíciles y una más sencilla para la hija menor). El primer movimiento, Allegro, muestra un rico contrapunto entre los tres solistas y un empaste casi perfecto entre ellos. El segundo, Adagio, es una muestra más del talento poético del compositor. Termina la pieza con un Rondo: Tempo di minuetto, permitiendo que los solistas se luzcan un poco individualmente en la medida de sus posibilidades. A Mozart le debió gustar la composición porque hizo una versión para dos pianos para tocarla él junto con su hermana. Por cierto que este concierto fue compuesto en 1776.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Andras Schiff, Daniel Barenboim y Georg Solti (pianos) y la English Chamber Orchestra dirigida por el propio Solti.

Volver arriba