Se hicieron las tinieblas

Tenebrae factae sunt, Wilke

¡Feliz lunes! Empezamos otra semana, mientras poco a poco la Cuaresma va llegando a su fin. Pero todavía nos queda oportunidad para disfrutar de este tiempo y de se acompañado por música, de la buena, que es la que siempre escuchamos en este pequeño rincón. A veces llega algún maestro nuevo y nos sorprende con pequeñas joyas, como es el caso de hoy. ¿Te apetece conocer a obra y autor?

Jan Wilke

Si es así, vamos a estar en compañía de Jan Wilke (1980), compositor alemán nacido en Darmstadt. Comenzó estudiando música en en conservatorio de Mannheim y música religiosa y coral en Heidelberg, graduándose con honores. A la vez que estudiaba dirigía varios coros y sociedades de canto y fue asistente de Wolfgang Seeliger. En 2013 hizo un máster en Birmingham, especializándose en canto coral y religioso gracias al contacto con otros maestros. Es director musical del Coro Friedrich Spee de Trier, que tiene una gran tradición coral y que interpreta los más variados programas. Igualmente dirige un coro de cámara de la universidad de Heidelberg. Desde 2017 enseña en la academia de música de esa ciudad, siendo su especialidad la dirección de conjuntos corales. Además, compone sobre todo música coral, habiendo recibido diversos premios, nacionales e internacionales. Wilke también se dedica a tocar el órgano y el piano y da recitales para estos instrumentos.

Hoy vamos a conocer a este maestro con su responsorio Tenebrae factae sunt. Es una composición muy curiosa ya que usa el texto del conocido responsorio de tinieblas para el Viernes Santo y está compuesta para coro masculino, por tanto, con dos voces de tenores y dos de bajos. Está dedicada al conjunto coral Man(n) Singt!, que es el que escucharemos. Contemplando la partitura podemos ver que la composición es prácticamente homofónica, con poco lugar a la polifonía, aunque ese es el efecto que nos cautiva y que le da a la obra su encanto. Según el texto y el momento del responsorio (Viernes Santo) no ha lugar a demasiadas florituras y Wilke mantiene la tensión y la emoción del texto por medio de un bello movimiento paralelo de las voces. Una verdadera maravilla.

La interpretación es del conjunto Man(n) Singt!

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