¡Feliz viernes! El compositor cuya música vamos a escuchar hoy estuvo ligado durante cierto tiempo a la Compañía de Jesús, de ahí el título de la obra. Disfrutaremos de su imponente música y, a la vez, le pediremos a ese gran santo que es Francisco Javier que ruegue por nosotros siempre.

Hoy nos visita Marc-Antoine Charpentier (1643-1704), compositor francés nacido en París, ciudad en la que también falleció. Es muy conocido porque el preludio de su tedeum fue elegido dos siglos y medio después de su composición como sintonía de las emisiones de Eurovisión. Algún especialista ha afirmado que la música de Charpentier cumple los tres requisitos para la belleza que formularía santo Tomás de Aquino: armonía, perfección y brillantez. Gran parte de sus obras son respuesta al conflicto fe-belleza, que resolvió brillantemente gracias a su maestría como compositor, fundiendo perfectamente devoción y belleza. «La grandiosidad y la originalidad de la música de Charpentier se debe a la combinación de un talento musical excepcional y una profunda fe, complementándose ambos entre sí», ha afirmado Catherine Cessac, gran conocedora de la música del francés.

Escuchemos su obra titulada In honorem Sancti Xaverij canticum, H.355. Compuso la pieza mientras trabajaba para la Iglesia de San Luis en París, que pertenecía a los jesuitas. Luego compuso una versión abreviada que tituló Canticum de Sancti Xaverio, H. 355a. La construcción del texto de la obra es muy habilidosa (no es probable que fuese del propio Charpentier) ya que solo usa textos bíblicos. Es posible que fuese uno de los jesuitas (anónimo) quien lo escribió. Sea como fuere, era un experto en copiar y pegar, creado interesantes asociaciones con la vida del gran santo misionero, siendo un prodigio de teología simple, pero elegante. La música acompaña de forma evidente, por lo que estamos ante una rotunda obra maestra.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es del Ensemble Vocal de Nantes y el Ensamble Stradivaria dirigidos por Paul Colléaux.