Casi hoquetus

Quasi hoquetus, Gubaidulina

¡Feliz viernes! Ayer viajábamos a la Edad Media para escuchar una icónica y estudiada obra del gran Guillaume de Machaut. Comenté que iba a hacer un pequeño experimento pedagógico porque vamos a escuchar cómo suena ese género (más o menos) desde nuestra óptica. Además, nos va a acompañar una mujer por lo que esta semana tenemos sesión doble de música en femenino. ¡Bien!

Sofiya Gubaidúlina

Hoy tenemos, una vez más, a Sofiya Gubaidúlina (1931), compositora rusa nacida en la localidad tártara de Chístopol. Era una pequeña piedra en el zapato de los jerarcas rusos: se casó con disidentes, asistió a festivales occidentales prohibidos, expresó en su música sus convicciones religiosas, y fue prohibida en el Sexto Congreso de Compositores de la Unión Soviética. Junto a Firsova, Smirnov, Knaiffel, Suslin, Artyomov y Denisov, formó parte de los llamados Siete de Khrennikov, el grupo de compositores señalados en ese congreso. Eso fue una fortaleza para ella porque afirma que, siendo prohibida y poco interpretada le dio libertad para componer lo que quisiese, aunque eso hiciera que ganase poco dinero. Esta compositora, acusada de componer ruido, es una de las más valoradas en el panorama mundial.

La obra que nos va a servir para esa pequeña pedagogía es Quasi hoquetus, composición de 1984 para viola, fagot y piano. Es evidente que la compositora mira a la Edad Media para fijarse en el género del hoquetus que vimos ayer. Gubaidúlina no solo se centra en la melodía sino principalmente en la armonía y los timbres. Es un continuo musical lleno de simbolismo espiritual, mientras suena la viola de una forma especial, el fagot ejecuta interpolaciones casi desnudas y el piano ejecuta clústeres sorprendente. «Mi idea es una relación entre la tradición y los nuevos medios de componer. [...] Es como un árbol, que surge nuevo de sus raíces pero que está hecho de tallo y hojas como siempre». La obra está dedicada Mikhail Tolpygo, Valeri Popov y Alexander Bakhchiyev.

La interpretación es de Ryan Hardcastle (viola), Jolene Masone (fagot) y Éva Polgár (piano).

Volver arriba