¡Feliz jueves! La composición de hoy viene de un miembro de la familia Bach, pero no es Johann Sebastian, puesto que de él escuchamos música los domingos. De todas formas, quizá sea el miembro cuya música más perduró tras la muerte de su padre.

Es Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788), compositor alemán nacido en Weimar. Era capaz de tocar las piezas más complejas de su padre, incluso a primera vista. En 1734 se graduó en la universidad tras estudiar Derecho, pero siguió estudiando música y dando conciertos. En 1740 era el clavecinista de Federico el Grande de Prusia y así accedió a la ópera italiana, que inmediatamente se trasladó a su estilo personal. En 1768 logró liberarse del servicio del rey y sucedió a Telemann como cantor del Johanneum de Hamburgo, además de servir musicalmente hablando a las cinco iglesias más importantes de la localidad. Su estilo era distante del de su padre, y hay quien lo ha clasificado entre los primeros románticos. Fue quien mejor asimiló el Empfindsamkeit (literalmente «expresividad íntima»), especialmente adecuado para lo oscuro, lo dramático y los pasajes casi en forma de improvisación.

Escuchemos sus Doce Variaciones sobre la Folía de España, H. 263. Mientras estaba en Hamburgo se dedicó principalmente a la música religiosa, pero eso no le impidió seguir con la profana, especialmente para el clavicordio. Así, se fijó en la famosa danza española La Folía y sobre ella compuso este conjunto de variaciones, quizá rememorando a su padre, aunque con un aire totalmente nuevo. CPE Bach escribe una obra llena de virtuosismo, llena de fuerza pero también cargada de momentos de ternura.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Béatrice Martin al clave.