Las huellas del martirio

Se del tuo corpo, Aleotti

¡Feliz miércoles! Vamos a echar un poco la vista atrás y recordaremos las huellas del cruento martirio que Cristo padeció en la cruz, aunque fue para nuestra salvación. Dios nos envió a su hijo y este sufrió como el que más, llegando a recibir muerte en la cruz. Pero, venciendo la vida sobre ella, resucitó para estar con con nosotros cada día. Echemos un poco la mirada a la semana pasada.

Te presento a Vittoria Aleotti (c. 1575-c.1620), compositora italiana nacida en Ferrara. Es muy posible que sea la misma que Raffaella Aleotti. Su padre, Giovanni Battista, era arquitecto y aprendió música de escuchar a su hermana. Dada su asombrosa capacidad para la música, Alessandro Milleville terminó dándole clases hasta que terminó por recomendar que estudiase en el famoso convento de San Vito de Ferrara. Con catorce años entró como novicia y comenzó a componer sus primeros madrigales, que fueron publicados por Vincenti en Venecia, en 1593, bajo el título Ghirlanda de madrigali a quatto voci. En él se recogen casi todos los géneros del siglo XVI, desde los más sencillos a los más elaborados y serios, explotando el uso de la disonancia. No conocemos más de ella y el cambio de nombre, sugieren los estudiosos, es que puede ser que tomase el nombre de Raffaella cuando tomó los votos en San Vito.

Vittoria Aleotti

Disfrutemos de su madrigal Se del tuo corpo. Esas características pueden verse en esta pequeña obra, publicada en esa famosa colección. En el texto se medita de que dadas las atrocidades que padeció el Salvador en la cruz, por qué el corazón aún sigue estando frío. La escritura es madrigalística y el texto, lleno de cierta sensualidad, hace acompañar a una música llena de encanto, de cromatismos y de un lirismo muy especial. Este madrigal espiritual recibe en las manos de Aleotti un tratamiento de lo más rico, tanto que es una verdadera sorpresa.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de VoXabulaire.

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