Más limpios que la nieve

Candidiores nazarei, Morales

¡Feliz miércoles! La composición de hoy es de una belleza y de una serenidad muy especiales. Cuando veamos para qué especial tiempo litúrgico está escrita nos daremos cuenta de que para ese momento de tristeza y llanto viene como anillo al dedo esta escalofriantemente bella música.

Cristóbal de Morales

Fue compuesta por Cristóbal de Morales (1500-1553), compositor español nacido el Sevilla. Copio y pego este párrafo de la Real Academia de la Historia: «Prueba de la universalidad de su nombre es el gran número de veces que sus obras entran a formar parte en las colecciones antológicas, no sujetas a patrocinio alguno, en las que figuran los compositores más famosos de entonces, francoflamencos principalmente, como Charles, Jachet, Ruffo, Divitis, Fevin, Galliculus, De la Rue, Piéton, Pipelare, Reiner, Richafort, Verdelot, Gombert, Conseil, Crecquillon, Hesdin, Josquin, Sermisy, Susato, Senfl, Finck, Lupus, Clemens non papa, Manchicourt, Payen, De la Fage y todavía más. En centros tan distintos como Amberes, Augsburgo, Lyon, Milán, Nuremberg, París, Roma, Salamanca, Valladolid, Venecia y Wittenberg. Se recuerda además, la amplia dispersión de copias manuscritas de la música de Morales por España, Italia y México, hecho que demuestra la expansión geográfica de su reputación. Las primeras composiciones impresas de Morales aparecieron en 1539, dos de ellas en Lyon y una en Venecia».

Una de sus obras más conocidas son las Lamentaciones de Jeremías. De ellas, vamos a escuchar la lección para el Sábado Santo titulada Zain. Candidiores nazarei eius nive. Obviamente el texto está tomado del libro de las Lamentaciones del Antiguo Testamento. En el se nos narra, y la música de Morales lo realza de una forma áurea, que los rostros de los pasaron de ser blancos y puros como la nieve a negros y con la piel seca debido a su traición para que Jesús muriera. Los muertos digamos que naturales son más afortunados que ellos. Morales escribe, como dije, una música serena, principalmente homofónicas (excepto en las letras hebreas), dedicando momentos melismáticos para realzar ciertos mensajes del texto. Una verdadera maravilla.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Música Temprana.

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