En tus manos
¡Feliz jueves! Hoy es nuestra fiesta nacional y por eso he decidido traer música compuesta de uno de nuestros más grandes maestros de todos los tiempos. Su música, muy breve, pero muy intensa, nos recordará que todo va bien cuando nos sentimos en manos de Dios.
No podía ser otro que Tomás Luis de Victoria (h. 1548-1611), compositor español nacido en Ávila. En 1575 fue ordenado sacerdote en la iglesia de Santo Tomás de Canterbury de Roma; podemos decir que fue una ordenación exprés y a una edad muy temprana para lo que era habitual. Siendo ya sacerdote le fue imposible llevar adelante tantas ocupaciones y tuvo que dejar algunos puesto como el que ocupaba en la iglesia de Montserrat o San Apolinar. Con su ordenación decidió orientarse a ocupaciones más espirituales y a componer más que a dirigir o tocar el órgano. También dejó el Colegio Germánico para unirse a la comunidad de sacerdotes seculares de San Felipe Neri en Girolamo della Caritá, siendo su capellán.
Escuchemos el responsorio In manus tuas que, en verdad, está atribuido al maestro. Precede al Nunc dimittis en el oficio de completas y su texto solamente dice «Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu». Está compuesto para cinco voces, con un tenor añadido, y que sirve como de pivote entre las dos mitades agudas y graves. Comienza con una falsa imitación en las voces superiores y la inversión en el bajo, mientras que el cantus firmus está en el segundo tenor. En la segunda parte las voces se dividen por grupos con distintas relaciones. Aunque tiene varios aspectos que hacen sospechar que Victoria no es su autor, la composición no deja de ser impresionante y llena de ese momento nocturno del momento en que es cantada.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de Voces8.