En un mar agitado

In turbato mare, Vivaldi

¡Feliz miércoles! Podemos afirmar sin equivocarnos que la música italiana es la que ha copado todo la historia desde tiempos ancestrales. Allí está su cuna y todo emanó de allí. Algunos compositores italianos, con justicia, se han hecho tan mundialmente famosos que fueron tomados como modelo no solamente en tiempos posteriores sino por sus propios contemporáneos. Eso le pasa al maestro de hoy.

Antonio Vivaldi

Es, como no podía ser menos, Antonio Lucio Vivaldi (1678-1741), compositor italiano nacido en Venecia. El destino es a veces demasiado caprichoso y, en este caso, quiso que el día que nació nuestro maestro de hoy hubiese en Viena un fuerte terremoto; no sabemos si eso presagiaría algo. En estos tiempos de uso generalizado de la mascarilla Vivaldi lo habría pasado mal porque desde pequeño padeció de asma lo que le impidió (o eso decía él) decir misa casi desde el momento en que se ordenó sacerdote. Vivaldi no solo influyó en músicos posteriores sino que también lo hizo en contemporáneos. Bach era un profundo admirador del veneciano y, de hecho, transcribió para teclado varios conciertos del «cura pelirrojo». Tuvo que buscar fortuna en Viena pero no lo tuvo fácil e incluso se tuvo que dedicar a vender sus partituras para sobrevivir.

Disfrutemos de su motete In turbato mare irato, RV 627. Es una obra para soprano y cuerdas y utiliza un texto metafórico de una nave que, azotada por un mar bravío y vientos furiosos, consigue finalmente llegar a puerto, con ayuda de la Virgen. Parece ser que fue compuesto en la década de 1720 y es muy posible que el mismísimo Jan Dismas Zelanka las interpretarse en Dresde. En esta composición destaca la primera aria, en estructura binaria con un fuerte contraste de tempi y de compás entre las dos. Es de señalar también el aleluya final que muestra, una vez más, la inventiva de Vivaldi y su capacidad para concebir unos ritmos de lo más sugerentes. A pesar de la reducida textura, la obra tiene una fuerza muy especial.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Dominique Labelle (soprano) y Voices of Music.

Volver arriba