¡Feliz jueves! Alguna vez te traigo movimientos sueltos de alguna misa, porque por sí mismos tienen entidad. Pero a veces también conviene verlo todo el conjunto y no desgajado de aquello que le da unidad. Te propongo esto hoy. No sería mala idea que sacases algo de tiempo (porque merece la pena, y mucho) para disfrutar de una composición que es soberbia, luminosa y llena de sabiduría porque quien la compuso era un verdadero sabio de la música.

Se trata de Orlande de Lassus (1532-1594), maestro belga nacido en Mons. Al final del renacimiento tenemos tres figuras dominantes en la polifonía religiosa: el italiano Palestrina, el español Victoria y el belga Lassus. Este, al contrario que sus otros dos compañeros de podio, sí compuso una abundante música profana, en la que también sobresalió. Si echamos un vistazo a la música compuesta entre 1555 y 1600 veremos que unos tres quintos de ella es de Lassus; puedes apreciar la popularidad del mismo. Se alude a menudo que tenía una voz tan bella que fue raptado por ello hasta tres veces. En 1544 entró al servicio de Ferrante Gonzaga y eso le permitió empaparse de la música italiana. Fue maestro de coro de la basílica de San Juan de Letrán de Roma y fue sucedido por Palestrina. En 1557 trabajó para el duque Alberto V en Múnich y allí se quedó durante el resto de sus días. Decía que le gustaba disfrutar de Múnich, de su cerveza, de su jardín y sus gatos. Todo un bon vivant.

Vamos a escuchar su Missa Susanne un jour. En este caso no se basa en ningún modelo religioso sino profano: la canción popular del siglo XVI del mismo nombre que, por otra parte, tiene un origen bíblico. La composición está escrita a cinco voces. Fue publicada en 1577. No pretende Lassus exprimir como un limón la melodía popular sino que hace un uso más silábico y digamos que económico de la melodía a la que da uso. Curiosamente, el Concilio de Trento había luchado dos siglos antes frente a estas injerencias de la música popular dentro de la religiosa y, por tanto, de la liturgia. Sin embargo, la mano maestra de Lassus sabe sacar todo el partido y regalarnos esta imponente composición.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Oxford Camerata dirigida por Jeremy Summerly.