Sobre ellos habla la cantiga n.º 187, que está dentro de las Cantigas de Santa María y que escribiese Alfonso X el Sabio. El título de esta obra es Gran fé devía hóm' haver en Santa María.

Afortunadamente, tenemos una pequeña introducción a modo de resumen: Esta cantiga é do mõesteiro de Jerusalen, como lles déu Santa María muito trigo en un ano caro e depois muito ouro. Había un monasterio en Jerusalén que antes había sido una sinagoga y terminó siendo la primera iglesia en Siria, ordenada construir nada menos que por la Virgen. Los monjes lo iban a abandonar por falta de alimentos, pero antes rezaron a la Virgen pidiéndole ayuda. Los graneros amanecieron llenos gracias a la protección que le Señora hacía sobre toda esa región.

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La interpretación es de Eduardo Paniagua.