De eso trata la cantiga n.º 254, perteneciente a las Cantigas de Santa María, obra creada en el entorno del rey Alfonso X el Sabio.

Los primeros versos de la misma dicen así: O nome da Virgen santa atán muit' é temoroso. El epígrafe a modo de introducción dice lo siguiente: Como dous monges que saíron da orden foron livres dos dïabos polo nome de Santa María que ementaron.

Dos monjes, cansados de los rigores monacales, decidieron dejar el monasterio por un día. Mientras se relajaban por ahí vieron acercarse una barca llena de hombres. Estos le dijeron que eran demonios con aspecto humano y había un alguacil de Ebrón. Los monjes pidieron protección a la Virgen y tuvieron que volver al monasterio para evitar que los demonios se apropiasen de sus almas.

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La interpretación es de Eduardo Paniagua.