Las siete palabras

Las siete palabras, Gubaidúlina

¡Feliz Viernes Santo! La muerte de Jesús recoge todas nuestras muertes y, obviamente, las supera. La fe cristiana nos dice que necesitamos pasar por la cruz para llegar a la resurrección porque así lo hizo Jesús. Uno de los actos que tienen tradicionalmente lugar en este día es la lectura de las siete palabras suyas en la cruz. Hoy no vamos a leerlas sino a escucharlas en música.

Sofiya Gubaidúlina

Vienen de la mano de Sofiya Gubaidúlina (1931), compositora tártara nacida en Chistopol. «Como ideal, considero que hay relación entre la tradición y los nuevos medios de composición pero no de la forma en que solemos prestarles atención. Hay compositores que construyen sus obras a conciencia pero soy de los que, en su lugar, "cultivan" sus composiciones. Es por ello que todo lo que percibo forma más o menos las raíces de un árbol, y la obra que crece representa las ramas y las hojas. Puede llamarse nueva pero no dejan de ser hojas y, desde este punto de vista, son tradicionales y antiguas. Shostakovich y Webern han influido en mi trabajo pero no han dejado en mí trazos sino el hecho de que me enseñaron lo más importante: a ser yo misma».

No sé si ya he traído por aquí su obra titulada Las siete palabras. Es una obra compuesta, en 1982, para chelo, bayán (un tipo de acordeón ruso) y orquesta. Retoma la tradición de componer sobre las siete palabras de Cristo en la cruz, que iniciara Schütz y retomara Haydn. La obra pretende reflejar el paisaje sonoro de esas palabras. Continuamente unos sonidos son cruzados por otros significando esa cruz en la que está pendiente el Salvador. Todo ello no son más que metáforas musicales, que van añadiendo tension a la obra hasta que esta se rompe al final del sexto movimiento. Ahí, el arco del chelo traspasa el puente y casi los límites del instrumento. Mientras tanto, las cuerdas acompañan creando una textura casi en forma de coral. Una muy bella obra.

La interpretación es de Jean-Guihen Queyras (chelo), Geir Draugsvoll (bayán) y la Orquesta de Cámara de Noruega dirigida por Per Kristian Skalstad.

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