¡Feliz viernes! Cuando escuchamos la inmensa polifonía del compositor de hoy nos asombramos siempre de su capacidad de emocionarnos a la vez que nunca abandona esa calidad que tanto le caracteriza. La obra de hoy no es conocida, pero es igualmente buena.

Se trata de Goivanni Pierluigi da Palestrina (c. 1525-1594), compositor italiano nacido en la ciudad de la que toma su apellido. Cuando falleció en Roma el 2 de febrero de 1594, en los registros de la Capilla Julia aparece lo siguiente: «Giovanni da Palestrina murió el 2 de febrero y fue enterrado en nuestra basílica». El puntatore de la Capilla Sixtina dejó recogido: «Miércoles 2. Esta mañana el Sig. Giovanni Pierloisci, el más excelente músico, colega nuestro y maestro de la capilla de San Pedro pasó de esta vida a una mejor... En 24 horas fue llevado a dicho templo, acompañado no solo por todos los músicos de Roma sino también por una multitud de personas y, según nuestras costumbres, cantamos el responsorio Libera me Domine». Es enterrado en la misma cripta en que estaba su primera esposa, sus hijos Rodolfo y Ángel y otros miembros de su familia.

Vamos a escuchar su motete Ego sum panis vivus, que es una composición a cuatro voces. Fue publicada en 1587, en el segundo libro de motetes del maestro. Su texto está tomado del evangelio de Juan y la pieaz comienza con las cuatro voces imitándose estrictamente en forma de canon a la cuarta. Esa imitación se mantiene a lo largo de toda la obra y el italiano nos muestra una vez más cuán grande era su arte aun en obras pequeñas como estas pero llena de todo el saber hacer al que nos tiene acostumbrados. Esta composición está destinada para ser interpretada en la solemnidad del Corpus Christi.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es del St. Bartholomew's Choir.