A placer
¡Feliz lunes! Empezamos semana con la música de un gran maestro español del que recientemente no he traído ninguna obra suya. Es de esos maestros que brillaron en el pasado siglo XX, pero que en nuestro país no es todo lo conocido que debiera.
Estoy hablando de Gerardo Gombau (1906-1971), compositor español nacido en Salamanca. Desde su niñez se vio atraído por el piano que había en su casa. Su precocidad hizo que su padre lo llevase al conservatorio de Madrid. Allí estudió con Balsa y Tragó, y composición con Conrado del Campo. Ya en esta etapa de formación obtuvo resultados brillantes, de forma que el conservatorio lo galardonó con varios premios. Empezó a dar clases en el conservatorio de Salamanca, pero no solamente se refugió en su labor docente: en efecto, tocó el piano como acompañante y también como solista, para ganarse la vida en una deprimida España. En 1942 creó la Orquesta Sinfónica de Salamanca, que tuvo un recorrido de tres años, pero que también dio una buena cantidad de conciertos.
Escuchemos su obra titulada Piacevole. Se trata de una pequeña obra para trío formado por violín, chelo y piano. En realidad es un pequeño intermedio que fue estrenado en Oviedo en 1944 y está dedicado a su compañero violonchelista Lorenzo Puga. Es una verdadera delicia ver cómo Gombau trata la melodía y la dota de un fuerte sabor español. Está llena de gracia, con eso intenso y romántico momento central en el que el chelo canta. El propio maestro salmantino hizo una transcripción de esta obra para orquesta de jazz, señal de que la tenía en gran aprecio.
La interpretación es del Trío Arbós.