La primera de su serie

Sinfonía n.º 1, Mozart

¡Feliz viernes! Los comienzos nunca son fáciles aunque hay algunos maestros que, gracias a su talento innato, no les fue tan mal. En el caso de nuestro gran maestro de hoy, casi nació componiendo música buena. Hoy vamos a comprobarlo escuchando una obra que (siempre según el catálogo) inaugura en él un género que daría lugar a verdaderas joyas.

Wolfgang Amadeus Mozart

Tenemos con nosotros hoy a Wolfgang Amadeus Mozart (1761-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo. Algunas frases sobre este inmortal genio:

  • Tchaikovsky: «Mozart es el Cristo musical».
  • Goethe: «Un fenómeno como Mozart aún es algo inexplicable».
  • Solti: «Mozart te hace creer en Dios porque no puede ser algo fortuito que tal fenómeno llegue a este mundo y deje tal ilimitado número de obras sin parangón».
  • Schnabel: «Mozart es el más inaccesible de los grandes maestros».
  • Schumann: «¿No parece que las obras de Mozart son cada vez más frescas cuanto más las escuchamos?».
  • Rossini: «Tomo a Beethoven dos veces por semana, a Haydn cuatro veces y a Mozart todos los días».
  • Chopin: «Mozart abarca el dominio entero de la creación musical y yo solo tengo un teclado en mi pobre cabeza».

Vamos a disfrutar de su Sinfonía n.º 1 en si bemol mayor, K. 16. Parece ser que data de 1764, es decir, cuando el compositor tenía ocho años, y fue compuesta mientras la familia descansaba algo en Chelsea tras una agitada gira de conciertos por Europa. Por tanto, es con toda probabilidad la primera de su serie de cuarenta y una sinfonías. En realidad casi parece más una obertura en tres partes, con un movimiento central lento rodeado de otros más animados. El primero tiene una cinética muy especial y contrasta grandemente con el lento segundo y sus aires barrocos reflejados en los frecuentes tresillos. Hay algunos motivos que incluso nos recuerdan a los que luego introduciría en su última sinfonía, la número 40. En definitiva, es una obra llena de humor y de ese carácter buffo en el que también tanto destacó el salzburgués.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Northern Chamber Orchestra dirigida por Nicholas Ward.

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