El río Gala

Gala Water, Beamish

¡Feliz miércoles! A veces los ríos han sido objeto de la atención de una gran cantidad de compositores: baste recordar la bella composición que Smetana la dedicó al Moldava o el famosísimo vals que Strauss compuso en honor del Danubio a su paso por Viena. El río de hoy es de proporcionas más modestas y (todavía) quien han compuesto la obra no goza de todo el renombre, pero la obra es bellísima.

Sally Beamish

No es la primera vez que viene por aquí Sally Beamish (1956), compositora británica nacida en Londres. Además de compositora es una extraordinaria violista que ha sido condecorada con la Orden del Imperio Británico. Precisamente uno de sus profesores de viola fue el legendaro Bruno Giuranna y ha tocado en la Academy of St Martin-in-the-Fields, los London Mozart Players y la Orquesta de Cámara Escocesa. Tanto el jazz como la música popular escocesa son frecuentes influencias en su música algo que le aporta un sabor muy especial. Es compositora en residencia de su querida academia londinense, lo que le ha llevado a componer varias obras para ella. Beamish ha compuesto para una gran cantidad de géneros musicales, incluso un ballet y una pasión.

De Beamish vamos a escuchar Gala Water para violonchelo solo. Fue compuesta en 1994 para Robert Irvine, su marido. Se basa en la melodía escocesa Braw, braw lads of Gala Water, de ahí su título. Esa melodía podemos escucharla al final de esta pieza escrita en forma de variaciones. La composición surgió después de que perdiera a un bebé tras un aborto espontáneo. Posteriormente tuvo una hija que, con el paso del tiempo, se haría luthier y le construiría a su madre una viola. A lo largo de la composición escuchamos una gran cantidad de emociones, destacando la pena por ese acontecimiento tan trágico pero del que terminó surgiendo la vida.

La interpretación es de Robert Irvine al chelo.

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