¡Feliz jueves! La obra de hoy, según el título de la publicación, vendrá de la mano de una compositor que no es nada conocida por estos lares. En general, hay pocas compositoras que se hayan instalado en el repertorio normal y la de hoy lo está algo tímidamente. De una vez por todas, tenemos que empezar a ir recuperando repertorio valioso.

Hoy tenemos con nosotros a Ruth Gipps (1921-1999), compositora británica nacida en Bexhill-on-Sea. Niña prodigio, desde pequeña mostró un gran talento con el oboe y el piano, a la vez que componía extraordinariamente. Ese talento precoz se reflejó en unas interpretaciones deslumbrantes que posibilitaron que fuese admitida en el prestigioso Royal College of Music de Londres, donde le dio clases Vaughan Williams. Con treinta y tres años se hirió accidentalmente y tuvo que abandonar su carrera como concertista para dedicarse a la composición y también a la dirección de orquestas, algo que no le fue fácil debido al machismo que por entonces lo abarcaba todo. También tuvo una intensa labor docente en, entre otros sitios, su querido Royal College of Music y el Trinity College de Londres.

Escuchemos su impresionante Sinfonía n.º 2 op. 30, obra compuesta en 1945. Fue la respuesta de la compositora a un pequeño concurso (que no ganó ella) promovido por el diario Daily Express. La guerra aún no había acabado y eso hacía que todo fuese algo inestable, cosa que se muestra en la sinfonía, con un lenguaje demasiado conservador para los gustos de la época. La obra está escrita en un único movimiento sin referencias programáticas aunque no es descabellado ver en ella la reacción de una joven compositora al desastre de la guerra, algo que ella medio terminó afirmando. El timbal inicial nos describe los derroteros marciales por los que discurre la composición, hasta que termina con la alegría de ver a su marido volver sano y salvo de la cruenta Segunda Guerra Mundial.

La interpretación es de la BBC National Orchestra of Wales dirigida por Rumon Gamba.