La tarde florece

Der Abend, Schubert

¡Feliz miércoles! De vez en cuando me gusta traer la música de este gran maestro, que compuso una gran cantidad de melodías, algunas memorables. Hoy disfrutaremos (quizá varias veces) de otro fragmento lleno de encanto y de buen hacer.

Franz Schubert

La música de hoy es de Franz Schubert (1797-1828), compositor austríaco nacido el Viena. Parece ser que era un hombre verdaderamente adorable y tenía una gran cantidad de amigos. Visto desde fuera era tímido y retraído, huraño. Intentó cortejar a una mujer pero esta lo rechazó y respondió: «No pasa nada, señora, estoy acostumbrado a ello». Sin embargo, su interior era de los más noble y bello, una gran persona. Tenía un temperamento dulce y tenía una entusiasta adoración por la naturaleza y el arte, cosas que encontraba sagradas. Había quien le encontraba parecido a Mozart con quien también compartía sus bromas. Sin embargo, bebía en exceso aunque seguro que lo hacía para escapar a los problemas personales con que se encontraba.

Disfrutemos de su breve lied titulado Der Abend, D. 221. El ambiente de la pieza es de nostalgia y de crepúsculo. El texto es de Gotthard Ludwig Theobul Kosegarten. Parece ser que es una obra que era favorita de los amigos de Schubert. Tiene simples progresiones armónicas, con la música creando como una especie de trenza, algo habitual en la obra del vienés. La alternancia entre tónica y dominante le da solemnidad a la composición y la línea vocal imita al piano mediante unos efectos en eco. Una pequeña joya.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Dietrich Fischer-Dieskau (barítono) y Gerald Moore (piano).

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