Eres toda belleza

Tota pulchra es, Gjeilo

¡Feliz miércoles! Hoy te traigo música de contenido mariano. No, no me he equivocado pensando que hoy es sábado (aunque no solo tiene por qué haber música dedicada a la Virgen en este día). El 25 de marzo es el día de la Encarnación y qué mejor que aprovechar esta oportunidad para traerte una bella música de un compositor que cada vez que aparece por aquí nos deja maravillados.

Oja Gjeilo

Se trata de Ola Gjeilo (1978), compositor noruego nacido en Skui. Con solo cinco años comenzó a improvisar al piano, algo que le absorbió su tiempo puesto que no aprendió música formalmente hasta más tarde. No decidió en ningún momento hacerse compositor porque la música era algo que venía en sus genes y dedicarse a ella fue lo natural. Su primer profesor de composición Wolfgang Plagge fue quien le inició en la música coral y decidió que sería parte fundamental de su producción. A la hora de componer, se sienta al piano y se pone a improvisar y empieza a generar ideas, que graba en su teléfono móvil para escucharlas más tarde. Aquellas que terminan fascinándole terminan siendo cinceladas, e incluso puede que las deje aparcadas para dedicarse a otras; describe su proceso de composición como un puzzle. Dice que su proceso de composición «es más intuitivo que cualquier otra cosa, y mucho más emocional que cerebral».

Comprobémoslo en su Tota pulchra es. Es una composición de 2009 para coro. La pieza está compuesta en tres secciones bien diferenciadas, cada una muy atenta al texto mariano que le sirve de base, tomado de las vísperas de la Inmaculada Concepción. La música fluye naturalmente y se nota la maestría de Gjeilo con la música coral. El texto comienza presentado en las voces femeninas a las que luego responden las masculinas hasta que las cuatro se funden perfectamente en una textura homofónica a seis partes pero de la que el maestro va extrayendo momentos con un menor número. El clímax aparece cuando la Virgen María es descrita como la gloria de Jerusalén. Sin dudarlo, se trata de una música cristalina y que levanta nuestra alma de forma perfecta en este día de la Encarnación.

La interpretación es del Mogens Dahl Chamber Choir.

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