¡Feliz viernes! Que pasamos por unos tiempos de gran tribulación para todos es algo innegable. Y todas son causadas por el propio hombre, que es un lobo para el hombre y no hace sino demostrarlo una y otra vez. Veamos cómo se plasma todo esto en música.

Vamos a escuchar la música de Jacobus Clemens Non Papa (c. 1510/15-1555/6), compositor flamenco nacido posiblemente en algún lugar de Bélgica. El musicólogo Henri Vanhulst ha aportado algo de luz a propósito del sobrenombre de Non Papa. Hay una carta de 1553 que el archiduque de Austria le escribe a Philippe du Croÿ, hijo de un antiguo patrón de Non Papa y le pide que se viaje a los Países Bajos para solicitar los servicio de Clemens, pero la opinión no era demasiado favorable porque parece ser que llevaba una vida algo disoluta. El puesto fue a otro neerlandés: Jacobus Vaet. Nuestro compositor era contemporáneo del papa Clemente VII pero su vida opuesta a los mandatos católicos hacía que se aludiese a él en los escritos como nono Papa y haud Papa, es decir, aclarándose que para nada era el papa.

Escuchemos su motete Tribulationes civitatum. En él la sonoridad es alcanzada de una forma muy especial: usando las voces graves puesto que las cuatro de que consta están divididas en alto, dos tenores y bajo; todo ello para realzar aún más la tribulación a la que se refiere el título de esta composición. No está dividida expresamente en dos mitades pero sí pueden intuirse gracias a la repetición doliente de la frase Domine miserere, tanto a la mitad del mismo como a la mitad. Una belleza de principio a fin.

La interpretación es de The Tallis Scholars dirigido por Peter Phillips.