¡Feliz viernes! Más o menos es lo que va tocando por este tiempo, ¿no?: escuchar unos villancicos. Los de hoy, de contenido religioso, no son para nada populares, aunque el compositor sí lo es, y bastante. Uno de nuestros más insignes maestros.

Hablo de Joaquín Rodrigo Vidre (1901-1999), compositor español nacido en la localidad valencia na de Sagunto. En 1953 el gobierno español recibió la cruz de Alfonso X el Sabio y, como parte de las celebraciones de su nonagésimo cumpleaños, el rey don Juan Carlos I le concedió el (primer) marquesado de los jardines de Aranjuez. La cosa no quedó ahí puesto que en 1996 recibió el Premio Príncipe de Asturias. Internacionalmente también fue reconocido. Por ejemplo, Francia lo condecoró con la Legión de Honor en 1960 y en 1998 fue promocionado a comendador de las Artes y de las Letras. Al final de sus días recibió seis doctorados honorarios en universidades de todo el mundo. Como vemos, nuestro maestro Rodrigo es un grandísimo compositor cuy calidad todo el mundo sabe apreciar y valorar.

Vamos a escuchar dos villancicos suyos titulados Pastorcito santo y Coplillas de Belén. El primero tiene letra nada menos que de Lope de Vega y el segundo es de Victoria Kamhi, su esposa. No hay que comentar mucho más sobre estas dos piezas salgo que Rodrigo hace un uso magistral de la melodía y en todo momento está atento a los detalles, creando un clima muy especial y totalmente navideño, a pesar de que no estamos en presencia para nada de música popular (y que debería serlo).

La interpretación es de Plácido Domingo (tenor) y Manuel Barrueco (guitarra).