Hay también demasiado postureo con este tema. Mucho ruido y pocas nueces Mujer trabajadora y madre

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La Conciliación para la mujer es como el Monstruo del Lago Ness. Todo el mundo habla de él pero nadie lo ha visto

El próximo día ocho vamos a celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Es un día para reflexionar sobre el importantísimo papel que desempeña la mujer en la sociedad actual. Se multiplicarán los actos en las calles, las redes sociales, los medios de comunicación, los parlamentos, etc. en apoyo a la mujer trabajadora. Este asunto está casi de moda.

Pero ha llegado el momento de dejar atrás el lenguaje de las palabras para pasar al lenguaje de los hechos. Hay también demasiado postureo con este tema. Mucho ruido y pocas nueces. Cuando pase este día, las mujeres trabajadoras seguirán padeciendo las injusticias que precisamente denunciamos todos en este día.

Una de las muchas brechas de desigualdad que sufren las mujeres españolas es la dificultad real de conciliar su vida laboral con la familiar. La Conciliación para la mujer es como el Monstruo del Lago Ness. Todo el mundo habla de él pero nadie lo ha visto. La mujer tiene el difícil reto de luchar por descubrir su vocación profesional y por conseguir que esta vocación se convierta en profesión. Hasta aquí, igual que los que somos hombres. Ambos tenemos la misma dignidad como persona que somos. Pero no es lo mismo ser padre que ser madre. Los padres tenemos que cumplir nuestra función de padres pero la función de madre es bastante más complicada y se ve más complicada aún por la rigidez e insensibilidad del mercado laboral para con las mujeres que deseen ser madres. Hemos pasado en poco tiempo de una sociedad en la que se luchaba para que las madres pudieran también ser trabajadoras en la sociedad a una sociedad en la que las mujeres trabajadoras luchan también para poder ser madres sin tener que sin morir en el intento.

O sea, antes las madres luchaban para poder trabajar fuera de su casa y ahora las mujeres trabajadoras luchan para poder ser madres porque no lo tienen fácil. Por eso, hoy queremos HOMENAJEAR con mayúsculas, desde esta humilde tribuna, a esas mujeres que se encuentran agobiadas por la falta de conciliación, la ausencia de apoyo institucional, la insensibilidad en su puesto de trabajo y la poca corresponsabilidad en casa. En esta situación está la mayoría de las mujeres que conozco. Os merecéis este homenaje ahora que celebramos el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA porque, además de vuestra profesión en la sociedad, cumplís otra misión para mí aún más importante: SER MADRE. Vuestra valiente condición de madre trabajadora os hace merecedoras de una mayor atención por parte de la sociedad. Y es que ser mujer es tan importante y tan digno como ser hombre.

Todas las personas tenemos la misma dignidad. Pero todos sabemos que UNA MADRE es lo más grande que hay en la vida ¿o no? Pues dejémonos ya de palabrería y discursos perfumados de morado y aportemos todos, con nuestros hechos, nuestro granito de arena para construir una sociedad en la que la mujer trabajadora disfrute también siendo madre. ¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA!

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