A Sampedro le daban cancha en las televisiones, radios, revistas y periódicos, pero a Romañach no. A veces las cosas no son como nos las cuentan

¿Dónde nos llevan?
¿Dónde nos llevan?

Javier Romañach, que se declara ateo y padece una tetraplejía mayor (lesión en la 5ª-6ª vértebra) que la de Ramón Sampedro (lesión en la 7ª), se rebela en la revista ‘Acontecimiento’ (nº 76, 2005 “Los errores sutiles del caso Ramón Sampedro”), contra éste y la citada película por boicotearles la lucha por la dignidad a las personas con discapacidad

Si cuento que el 2 de septiembre de 2004 José Luís y 6 colegas fueron al cine y después pregunto ¿por qué, y para que fueron al cine? Me dirán que no les importa. Si añado que se apellida Rodríguez no aclaro nada. Al especificar que José Luís es el presidente Zapatero y los colegas seis de sus ministros, más su esposa y la de Bono, la pregunta ya no es improcedente, pues no les pagamos el sueldo para que vayan juntos al cine. Los ministros eran Bono, Salgado, Caldera, Trujillo, López Aguilar y Calvo.

Cuestión relevante es saber cuál era la película, pues los partidos políticos, incluido el del gobierno, están en permanente campaña electoral para promocionar su mensaje e intereses, por lo cual fácilmente se deduce que la finalidad de ir juntos al cine es convencernos de algo que quieren “imponernos”. La película era “Mar Adentro”, una película claramente promotora de la Eutanasia, en este caso para los tetrapléjicos. Por tanto, su finalidad era crear opinión pública favorable a la Eutanasia.

Javier Romañach, que se declara ateo y padece una tetraplejía mayor (lesión en la 5ª-6ª vértebra) que la de Ramón Sampedro (lesión en la 7ª), se rebela en la revista ‘Acontecimiento’ (nº 76, 2005 “Los errores sutiles del caso Ramón Sampedro”), contra éste y la citada película por boicotearles la lucha por la dignidad a las personas con discapacidad porque presenta la vida de los tetrapléjicos como indigna, los insulta diciendo que son ‘esclavos humillados’... y termina: “Ojalá algún día alguien haga películas sobre personas como yo y la opinión pública entienda que nos robaron nuestra dignidad y usted fue cómplice...” Pero, en el caso de que se hiciera esa película, ¡¡no iría verla el presidente del Gobierno con seis ministros!! A Sampedro le daban cancha en las televisiones, radios, revistas y periódicos, pero a Romañach no.

Ahora el gobierno de Pedro Sánchez, del que la antes citada Calvo es vicepresidenta primera, ya cree que la Opinión Pública está sometida y el 11 de febrero presentó su 1º proyecto de ley de la legislatura, que es sobre la Eutanasia (ya lo habían intentado anteriormente, que no pudo prosperar por la brevedad de las legislaturas, y estando en la oposición).

En el año 2014 me pidieron hablar de los 50 años de Cáritas Diocesana de Lugo en el Consejo Presbiteral de mi diócesis. Una de las cosas que hice fue coger la pirámide de población de la provincia de Lugo para explicar algunas de sus futuras consecuencias. Una era que la presión a favor de la Eutanasia iba ser creciente.

pensar y delito

En la estadística del gasto en recetas farmacéuticas por grupos de edad sale que el grupo de personas mayores de 75 años, que apenas son el 9 % de la población, suponen un gasto de casi el 50 % (exactamente el 49,8). Si añadimos los de 65 a 74 años (8, 3 % de la población) suman otro 30 %. Es decir, los de más de 65 años (17 % de la población) suponen el 80 % de ese gasto. Aún más, Alejandro Macarrón en su libro “Suicidio Demográfico en Occidente y Medio Mundo” (p. 103) confiesa que un ministro de Sanidad español comentó que, de promedio, en los dos últimos años de vida los españoles generan un gasto en cuidados médicos y medicinas que iguala o supera la suma de todos sus años previos.

Así que, si con la Ley de Eutanasia se lograra que adelanten la muerte casi medio año, la mejora para las cuentas de la Sanidad superaría el 25 %, pues cara el final el gasto es más grande.

Nunca sabremos que alternativa vital tendría la persona que le aplican la Eutanasia, en el caso de no aplicársela. Como ejemplo sólo refiero el caso paradigmático de Stephen Hawking en Suiza en el verano de 1985, a quien una virulenta neumonía dejó en coma y los médicos suizos, pensando que no había nada que hacer, le pidieron autorización a su esposa para desconectar el respirador artificial y dejarlo morir con el mínimo dolor posible. Ella se opuso según cuenta en el libro, “Hacia el infinito”, (Jane Hawking, edit. Lumen). Si ella asintiera, le hubiera privado de más de 32 años de vida, casi media vida, pues acaba de morir con 76 (14-III-18).

La propaganda nos dice que la Eutanasia es progresista, mejora la calidad de vida, quita los sufrimientos, nos aumenta la libertad y la soberanía, nos lleva del oscurantismo a la modernidad, será la ley más avanzada y garantista... ¡Nos quitan de la vida, mientras nos hacen creer que son bondadosos con nosotros!

La verdad, yo preferiría que fuesen más directos como el jovenpolítico alemán, Philipp Missfelder, que dijo: “Hay que recortar el gasto médico de la Seguridad Social para las personas de edad avanzada... Que los viejos usen muletas, como se hacía antes, en lugar de solicitar prótesis de cadera”. O el ministro de Finanzas japonés, Taro Aso, hizo unas declaraciones en el año 2013 que recogieron periódicos y televisiones: “Se debería recomendar a los ancianos que se den prisa en morir para aliviar el gasto que soporta el Estado en sus tratamientos”.

Estos, por lo menos, son claros y, ante ello, aparece clara y necesaria la opción de la rebeldía y de ser luchadores por la vida y la dignidad humana.

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