"La gestión del bien común es un deber. Lo opuesto es corrupción" Adalberto Martínez, al nuevo presidente de Paraguay: "El país necesita superar todo tipo de rivalidad y discordia"

Tedeum juramento del presidente Peña
Tedeum juramento del presidente Peña

Monseñor Adalberto Martínez Flores avisó este martes al entrante presidente del país, Santiago Peña, que la Iglesia Católica acompañará "como madre y maestra" una gestión de Gobierno que busque y trabaje por el bien común, pero también cumplirá su "misión profética" de denunciar las acciones que atenten contra ello

Lo dijo al encabezar un tedeum en la Catedral Metropolitana de Asunción, con motivo de la juramentación de Peña y por el 486 aniversario de la fundación de esta capital

Señaló que el país necesita "superar todo tipo de rivalidad y discordia" e invitó a las autoridades a propiciar el diálogo social y buscar consensos para el logro de la paz social

De igual forma, exhortó, "de manera particular, a cuidar con celo patriótico la independencia de la Justicia en todos sus niveles"

El cardenal de Paraguay, Adalberto Martínez Flores, avisó este martes al entrante presidente del país, Santiago Peña, que la Iglesia Católica acompañará "como madre y maestra" una gestión de Gobierno que busque y trabaje por el bien común, pero también cumplirá su "misión profética" de denunciar las acciones que atenten contra ello.

"La razón de ser de los gobernantes es el bien común. Por ello, consideramos necesario recordarles que la gestión del bien común no es un simple enunciado, sino un deber y compromiso ineludible de orden social, político, jurídico y moral", dijo Martínez.

Al encabezar un tedeum en la Catedral Metropolitana de Asunción, con motivo de la juramentación de Peña y por el 486 aniversario de la fundación de esta capital, afirmó que "lo opuesto al bien común es la corrupción".

"Lo opuesto al bien común es la corrupción"

"La corrupción debilita la institucionalidad democrática, hasta tal punto que la deja sin fuerzas para combatir la impunidad, la delincuencia, el crimen organizado, la mala educación y la deficiente atención a la salud, entre otros males que padecemos como sociedad", argumentó Martínez.

En el acto religioso, al que asistió Peña y su vicepresidente, Pedro Alliana, así como varios de los invitados al traspaso de mando, el cardenal sentenció que la Iglesia acompañará, "como madre y maestra, una gestión de Gobierno que busque y trabaje por el bien común, por la paz social y el desarrollo integral de todos, la soberanía de la familia".

Pero advirtió que "así también la Iglesia cumplirá su misión profética de denunciar las acciones que atenten contra el bien común, con el objetivo de conmover la conciencia de los decisores políticos, para que ajusten su conducta a la ética social y a las bases constitucionales".

También señaló que el país necesita "superar todo tipo de rivalidad y discordia" e invitó a las autoridades a propiciar el diálogo social y buscar consensos para el logro de la paz social.

De igual forma, exhortó, "de manera particular, a cuidar con celo patriótico la independencia de la Justicia en todos sus niveles".

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