"El Papa abrió el camino y yo creo que no se puede cerrar" Anastasio Gallego: "La Iglesia sólo puede recuperar la credibilidad perdida con el testimonio de vida"

Anastasio Gallego
Anastasio Gallego

"Después de la pandemia, hay un crecimiento casi explosivo de la religiosidad popular en Ecuador"

"El clero de Ecuador es un clero muy clericalizado. Es decir, al seminarista le gusta ir con sotana y con alzacuellos en la iglesia. Pero de ahí a temas sociales, no"

"Nos dijeron que fuéramos sal de la tierra y luz del mundo, pero queremos que sea esto una salina. Y tú, a la comida le pones un poco de sal y le das sabor. La pregunta no es si hay mucha sal, sino si damos sabor a la sociedad en la que vivimos"

"Siempre nos dijeron "la vocación es un don". Qué quiere decir ¿que no está dando ese don? Porque si es un don…"

Anastasio Gallego (Zamora, 1943) llegó a Guayaquil en 1967 como sacerdote de la parroquia Miraflores. En 1976, dejó el ministerio y dos años después se casó con la periodista Verónica Albán. Luego cofundó un Centro de Promoción Rural para comunas de la península de Santa Elena. Y llegó a ser Prorrector de la Universidad de Santa María, una Universidad chilena  con campus en Guayaquil. Un hombre muy conocido, muy respetado y de mucho prestigio en Ecuador.

De visita en España y como buen amigo de RD, nos cuenta los problemas políticos ecuatorianos, asi como la situación religiosa. "Después de la pandemia, hay un crecimiento casi explosivo de la religiosidad popular en Ecuador", explica y añade que le problema es que el país sigue teniendo "un clero muy clericalizado". También reivindica que hay que ser "sal de la tierra, pero no salina" y se pregunta que, si las vocaciones son un don, ¿qué quiere decir el que Dios no nos esté dando ese don?.

Anastasio Gallego
Anastasio Gallego

-Estamos con Anastasio Gallego, que es un español-ecuatoriano, con tantos años en Ecuador.

-55 años.

-Más ecuatoriano que español, ¿no?

-Por ahí vamos.

-¿La patria nunca se olvida?

-No se olvida. Está en la raíces.

-Has sido rector de la Universidad de Guayaquil

-Prorrector de la Universidad Santa María, en Guayaquil.

-Está jubilado y en España para visitar a la familia. Cuéntanos un poco cómo está la situación en Ecuador

-Bueno, a lo mejor me sale el defecto del profesor, que es comenzar a dividir en partes.

Salimos, como todos, de la pandemia con más muertos de los que dice la prensa. Yo mismo hice una estadística del número de muertos, de defunciones inscritas del año anterior y las inscritas ese año en las instituciones y me faltaban como 60.000.

El Covid en Guayaquil

-Las imágenes que vimos aquí en aquella época fueron tremendas. Recuerdo los cuerpos tirados en las calles de Guayaquil

-Sí, solo habría que quitar la palabra 'tirados' porque la gente lo que hizo fue sacarlos a la calle y quemarlos, ya que nadie se atrevía a recogerlos. Tanto, que llegaron a nombrar un cuerpo del ejército para que recogiera cadáveres, y ni siquiera ellos se animaban.

-¿Por miedo?

-Sí. Con todas las restricciones que había, una persona, conocida mía, tuvo a su tía (que falleció por covid 19) una semana en la bañera de su casa con hielo mientras venían a recoger el cadáver.

Pero, bueno, eso pasó, y dejó su secuelas en todos los aspectos. En el aspecto humano y en el aspecto social. Llegó un momento que hubo que enterrar cadáveres en cajas de cartón.

Pero también los negocios ilícitos, con la compra de mascarillas, con la compra de equipos, de respiradores, etcétera. Se habló de un reparto de hospitales… La corrupción anduvo desatada. Añade a esto la paralización económica.

Y todo ello con un Gobierno de esquema neoliberal total. Un mes antes de empezar la pandemia, el ministro de Finanzas pagó una parte de la deuda externa, antes de que venciera, pagando los bonos al 100% de su valor. Y después decía que no había dinero.

Lenin Moreno

-Estamos hablando del presidente…

-Lenín Moreno. Eso trajo también una desinstitucionalización del Gobierno; mediante un referéndum, amañado, realmente, se creó una comisión que cambió el Poder Judicial y cambió el sistema económico al más puro estilo neoliberal. Uno lo puede ver en los libros, no estoy poniendo una carga moral, ni cosas por el estilo. Estoy contando la verdad.

Y terminado ese Gobierno, fue elegido otro, Guillermo Lasso, hace dos años.

-Un banquero del Opus, si no recuerdo mal.

-Sí. Así es. Pero, además, el inconveniente político es que en la Cámara de Diputados, que allí llamamos Asamblea Nacional, de 137 diputados, él sacó 18. No tenía ninguna fuerza porque, además, no hizo pactos con otras fuerzas políticas para llegar a tener un mínimo que hiciera el país gobernable.

El Congreso se convirtió en una especie de mercado persa, porque así era como se negociaban los votos. Solamente un partido, y trato de ser lo más objetivo posible, no perdió ningún diputado en el tiempo del Congreso. Otros se dividieron en dos y votaron, unos a favor del Gobierno, otros en contra… de tal modo que se creó una desinstitucionalización que parece imposible. Por ejemplo, el embajador de Estados Unidos, un día, públicamente, habló de los 'narcogenerales'. De los generales de la Policía ligados al narcotráfico. Nadie del Gobierno dijo una palabra, incluso nadie de la Policía dijo una palabra.

Las cárceles están en manos de la policía. Superamos los 500 muertos de forma violenta en las cárceles que, en buena parte, están dirigidas por presos y por bandas de narcos. ¿Qué te habla esto de un Gobierno que había suprimido al Ministerio de Justicia encargado de las cárceles? Y se las entregó a la policía.

-Ante esa situación, ha tenido que convocar elecciones, ¿no?

Ante esa situación, hay una salida constitucional que se llama la muerte cruzada; se convocan elecciones para presidente y vicepresidente, y para legisladores, asambleístas. Pero, durante el tiempo que media entre la convocatoria a elecciones y la toma de posesión del nuevo presidente, el presidente actual gobierna mediante decretos, leyes de emergencia económica.

Guillermo Lasso

-Y en ese periodo estáis.

-Así es.

-¿Hasta cuándo?

-Me parece que hasta el 10 o el 20 de agosto, que son las elecciones. Pero se habla de que se pretende privatizar el Seguro Social mediante decreto, de concesionar las explotaciones petroleras, y acaban de firmar un documento de canje de deuda externa por un fondo que preserva las Islas Galápagos. Pero un fondo que es administrado por una directiva de once personas, de las cuales cinco son del Estado y seis son de órganos que están fuera, y ese dinero está en manos norteamericanas.

-¿Hay esperanza de que la izquierda puede retomar el Gobierno?

-Buena pregunta. Yo te diría que este rato, lo que se llama la Revolución Ciudadana, Lista 5…

-¿'Lista 5' es el partido?

-Se llama Revolución Ciudadana, y como se vota por números la lista de diputados, en lista cerrada, uno vota por la lista 5.

-¿Y ese sería el antiguo partido de Correa?

-Sí.

-O sea, que Correa, si ganan los suyos, ¿podría volver?

-Podría volver mediante reformas legales, porque Correa está condenado, según algunos, por haber robado 70.000 millones de dólares; una locura. Pero la sentencia, examinada, por ejemplo, por el juez Baltasar Garzón y por otro famoso penalista argentino, Zaffaroni, indica que el argumento que da el juez, lo da por influjo psíquico.

Correa

-¿Por influjo psíquico?

-Sí. Que hizo que otros colaboradores robaran. Es una especie de burla, diría tratando de ser lo más objetivo. Por ejemplo, han emitido dos órdenes a la Interpol de busca y captura de Correa, pero la propia Interpol las ha rechazado porque dice no hay ningún motivo.

-¿Correa sigue estando en Europa?

-Sigue en Bélgica, pero está muy en contacto con el famoso Foro de São Paulo, que es la corriente progresista de América Latina, en el que está Lula, está Mujica, está Petro de Colombia… La línea progresista.

Me ha llamado la atención estos días, viendo la televisión, que aquí se habla de sanchismo.

-Sí mucho. 'Malvado' sanchismo, para la derecha.

-Pero también, de 'chavismo'. También, de 'correísmo'. Hoy ya se está hablando de petrismo. Que uno ve el mismo esquema. Uno puede verlo en la derecha. Yo nunca he oído hablar de tipificar un movimiento político con la palabra de un líder. Pero allí, yo te diría que quien ha creado esa gran imagen ha sido la derecha.

-Y aquí también.

-Te pongo un ejemplo. Se intervino la Universidad de Guayaquil, que es la más grande, se nombró un rector y, en el discurso de toma de posesión, el nuevo rector dijo que su misión era 'descorreizar' la Universidad.

La Virgen del Cisne de Ecuador

-Vamos al ámbito religioso. ¿Cómo ha repercutido la pandemia en la Iglesia Católica?

-En primer lugar, en un crecimiento, casi explosivo, de la religiosidad popular.

Hoy, cualquier persona, todos los días, te dice: "bendecido día", "que Dios te bendiga". Das una limosna a una persona en la calle y te dice: "que Dios le bendiga". Hasta en grupos políticos, en el chat, te hablan de "bendecido día". O sea, hay un crecimiento de religiosidad, que no quiere decir institucional.

-De religiosidad popular

-Sí. Que puede manifestarse mediante corrientes, por ejemplo, de las iglesias evangélicas, pentecostales.

-Y que no siempre se traduce en práctica religiosa dominical, por ejemplo. ¿O sí?

-Sí. El crecimiento, por ejemplo de iglesias evangélicas es muy grande.

-O sea, a diferencia de Europa, donde el efecto de la pandemia fue el de reducir drásticamente, en muchos sitios, la práctica religiosa habitual de la misa de los domingos. Allí al contrario.

-Claro. Si tú vas al hospital y no hay medicinas. Si te dan citas para dentro de un año. Si la comida sube todos los días. Si hay despidos sin indemnización, como pasó con el tema de la pandemia; que se rebajó el suelo a todos los funcionarios públicos y privados un veinte por ciento.

-Quieres decir que sólo les queda Dios

-Sólo les queda Dios. Entonces, tengo que ir al agua bendita, o a Jehová, o a Yahvé.

El Cristo del Consuelo de Guayaquil

-¿En las vocaciones se ha notado también?

-Yo veo que van creciendo. Por ejemplo, el seminario de Guayaquil me parece que este rato tiene 80 seminaristas.

-¿Y viene de menos?

-Claro. Razones que uno ve después; es un clero muy clericalizado. Es decir, al seminarista le gusta ir con sotana y con alzacuellos en la iglesia. Pero de ahí a temas sociales, no.

-Eso ocurre en todas partes. Yo creo que los han formateado en los últimos 40 años de una determinada forma de ser funcionarios de los sagrado y ya está. Se contentan con eso. Y les cuesta mucho romper el esquema, con el que quiere acabar Francisco.

-Sí totalmente. Puedes ver, socialmente, que si a la gente le dejas sin ritos, se queda como desangelada. Esa, por lo menos, es mi experiencia de 55 años en América Latina.

-¿Y no se pueden compaginar las dos cosas?

-El problema es cómo lo hacemos.

-¿En qué sentido?

-Hablo de Ecuador, sobre todo. La procesión del Cristo de Consuelo en Guayaquil el Viernes Santo mueve más de medio millón de personas.

-Como la Semana Santa aquí

-Pero allí tú ves más el tema de la penitencia. Es el Cristo del Consuelo; no tiene que ver con la Iglesia. En otra provincia es la Virgen del Cisne; eso es intocable. En una de las iglesias en Guayaquil, una vez al mes hay la misa del emigrante. Ese domingo la Iglesia está a reventar.

Cristo del Consuelo

-Bueno, entonces compagináis bien las dos cosas, lo popular y lo reivindicativo social, con los inmigrantes. ¿O no?

-No, porque uno puede ver un pensamiento, que yo lo he visto también acá, que da pena, y es que la gente más pobre vote a la derecha.

-Sí. ¿Y por qué?

-Explicaciones hay un montón. El discurso neoliberal en lo económico y neoconservador en lo cultural pega muy bien en la gente: "¿Por qué voy a dar de comer al pobre? Ése es un vago"… "Darle de comer a los pobres, el bono de la vivienda, el bono de la comida, es algo que me lo están quitando a mí para dárselo a estos vagos".

-Pero eso significa, en muchas ocasiones, perder la conciencia de clase y la memoria, de dónde venimos. Quiénes han sido nuestros padres. Dónde están nuestras raíces.

-Totalmente. Yo llevo 55 años fuera del país. Salí de España teniendo que sacar un permiso militar porque no había jurado bandera. No tenía ni la edad. Después, el cónsul de América me dijo "no te preocupes".

Yo, ver barrios de Madrid, no voy a nombrar, que votan a la derecha, no lo entiendo.

-Todo el cinturón rojo.

-Entonces, me pregunto si el discurso no lo hemos trabajado lo suficiente, aún en las celebraciones de la fe.

Sal y luz
Sal y luz

-¿Cómo ves la Iglesia aquí? ¿Has podido captar alguna situación?

-Decía Juan Luis Segundo, un teólogo jesuita uruguayo, hace años: "llegan tiempos en que a la Iglesia solo le quedará la fuerza del Evangelio". Y uno lo va notando; antes tocabas a un obispo y eras excomulgado. En Ecuador metieron presos a 16 obispos y no pasó nada. Mataron a Romero en América y no pasa nada. Se les perdió el respeto a las autoridades religiosas. Las razones o no razones, puede haber. Viene la ola en contra de los curas. Mira la que les está cayendo a los jesuitas en Bolivia, por ejemplo, y en Chile.

-Pero con razón

-Ya.

-Se lo han buscado, de alguna manera, quiero decir

-Pero a nivel popular es 'todos los curas son iguales' y entonces, '¿por qué vas a tener que hacerle caso al cura?'

-La pérdida de la credibilidad por la pederastia ¿está llegando también allí?

-Mira, por ejemplo, Santiago de Chile o Estados Unidos. Personalmente, yo lo veo con mucho dolor. Pero veo también la expresión de lo que me pasó una vez en Jamaica. Pregunté en Kingston dónde quedaba la catedral y me dijeron "mire, allí". Me señalaron, fui, entré y pensé, «esto no me huele». Entonces, le pregunté a un señor: ¿esta es la catedral católica?. "Ah, no", –dijo–  "la catedral católica es aquella capillita que hay allá".

-¿Y dónde te habían mandado?

-Estaba en Kingston, en un barrio.

Pero ¿te mandaron a otra catedral?

-A una capilla. Después, comentándolo con el arzobispo, me dice, "claro, tú eres español y vienes de América Latina. Aquí, cuando hay un acto oficial, quien es invitado a los actos oficiales del Gobierno, o Su Majestad en aquella época, es el arzobispo anglicano. A los católicos no nos dan pelota. ¿Por qué mi diócesis tiene 5000 miembros? Somos minoría", me decía, "tú no estás acostumbrado a ser minoría".

Levadura
Levadura

-Pero a eso, la realidad nos va acostumbrando. Al menos aquí. En Ecuador, un poco menos, pero nos va llevando a eso: a intentar ser levadura. Lo cual quiere decir que hay que reconvertir toda la estructura.

-Claro, yo suelo decir que nos dijeron que éramos sal de la tierra y luz del mundo, pero queremos que sea esto una salina. Y tú, a la comida le pones un poco de sal y le das sabor. La pregunta no es si hay mucha sal, sino si damos sabor a la sociedad en la que vivimos.

Pongo el ejemplo de nuestro país, de Ecuador. Tú le dices a alguien que el presidente es del Opus Dei y no entiende. ¿Cómo es eso? El día de la posesión, juró con la mano sobre la Biblia que iba a cumplir la Constitución y ya le han acusado un montón de veces de violarla. Entonces, la gente te dice: "¿de qué me sirve un católico? Me sirve más el que es evangélico porque es más consecuente". El caso de Brasil, por ejemplo, hablando de política. El bloque evangélico allá.

-Puede ser una de las causas del crecimiento del evangelismo en toda Latinoamérica: Que la gente empieza a darse cuenta de que son consecuentes, o más consecuentes que los católicos

-Hasta que comienzan a aparecer las cosas. Yo llevo años trabajando en el movimiento ecuménico, y un día, un secretario general del Consejo Latinoamericano de Ecclesia, que éramos muy amigos, sobre este lío del celibato en la Iglesia Católica, dijo: "a veces en la iglesia evangélica lo echamos de menos. Tú no sabes los líos que se forman, entre que si la mujer del pastor maneja la iglesia, o cuidadito si el pastor mira a alguien de su congregación…"

Anastasio Gallego
Anastasio Gallego

-¿Cómo crees tú que puede recuperar la credibilidad perdida la Iglesia Católica, después de la plaga de la pederastia?

-Yo creo que con el testimonio de vida. Yo trabajo en un Hogar de Cristo, y no estoy haciendo publicidad. que es una organización…

-Caritativa…

-No. Es de una Iglesia en salida, en las periferias.

-Está mejor definido.

-Vive y trabaja en lo que no es muy divertido. Donde viven 300.000 personas. Tiene un gran prestigio el fundador, que venía de Chile, el padre Paco, un jesuita de Granada. Después, le siguió el hermano Roberto Costa, que era un hermano, un coadjutor jesuita de Gandía.

Llegó a tener tal prestigio que, conversando de los problemas que hay en el barrio, donde, como digo, viven unas 300.000 personas, expresó: "nunca hemos sido asaltados. Nunca nos han robado por la calle, porque conocen Hogar de Cristo y lo respetan. No venimos, estamos aquí". Y de esto, yo te diría que habría que hacer una publicidad. Quien hoy es su dirigente, Eduardo Vega, un jesuita colombiano extraordinario, muy ligado al famoso Paco de Roux de la Comisión de la Verdad de Colombia y del Cinep en Colombia.

Y del grupo que lleva esto, yo te diría que el lema es "nosotros no salimos a la periferia porque estamos en la periferia".

-O sea, que engancha perfectamente con la dinámica, con el proceso que el Papa quiere imprimir a la Iglesia en general.

-No se ha hecho ninguna capilla en todo el barrio. Ahí, en las parroquias, se procura trabajar en conjunto, pero el respeto que la gente tiene al Hogar de Cristo, 'la casita del cura', como le dicen vulgarmente, no salió de la nada. Empezó con unas casas de caña y hoy trabajan unas 120 personas, más las comunidades.

-Esa iglesia, allí y aquí, sigue siendo muy minoritaria dentro de la propia institución. ¿Cómo cambiar a la otra parte mayoritaria?

-Yo vuelvo a la sal. ¿Yo quiero tener el monte, o quiero dar sabor a vivir en ese lugar?

-¿Cómo se hace eso con las estructuras?

-Habrá que crear otras. Te digo lo que te comentaba antes, fuera de cámara, con monseñor Gonzalo López Marañón en el Vicariato de Sucumbíos. Allí creó una iglesia comunidad, pero comunidad con consecuencias. O sea, el obispo dijo: "no, yo no soy solo". Él decía, en plan de broma y riéndose: "ojo, que aquí os podéis ir todos menos yo, que soy el obispo. Yo no me puedo ir".

Son equipos pastorales, se planifican en conjunto. Y es una estructura de los ministerios; tienes los distintos ministerios en la comunidad. Que tú vas un día y no ha ido el cura, pues el diácono, que es un campesino que llega con el machete al cinto y botas altas, es el que te reparte la comunión.

-En Sucumbíos se han adelantado al proceso sinodal. Porque, al final, el proceso parece que va a ir por ahí.

-Yo diría que no adelantarse, sino ser consecuentes con el modelo Vaticano II, Medellín, Puebla, Santo Domingo. Porque todo eso está escrito.

-Luego, hubo un momento en que nos desviamos de todo eso

-O no entramos nunca. Si tú coges el documento de las catacumbas de Roma, ¿cuántos obispos dejaron de usar el 'excelentísimo' y 'reverendísimo'? Lo ves desde la vestimenta. Yo podría mandarte el día que quieras fotos de Gonzalo, y tú dirías: "esto es cualquier cosa menos un cura, y menos, un obispo". Y lo mismo de otros, porque no solamente es Gonzalo.

Por ejemplo, hubo un paro, 'plantón' que le decían. Estaban tres obispos por un tema petrolero; Rafael Cob, que seguramente te suene…

López Marañón

-Sí, el de Puyo.

-El de Puyo, que es burgalés. Estaba Adalberto Jiménez, que es capuchino ecuatoriano, obispo del Vicariato de Aguarico y estaba Celmo Lazzari, que es josefino brasileño, y que está ahora en Sucumbíos.

-Por cierto, que a Sucumbíos ha vuelto tu hermano.

-Volvieron los Carmelitas. Han tenido que hacer una reconversión porque ya no están encargados del Vicariato, como estaban antes. Ahora tienen una zona pastoral. El obispo fue el que habló con el Papa directamente para que pudieran volver. Y ahora están en una zona, en una o dos parroquias, y tienen que cumplir el formalismo, digamos, de la dirección canónica.

-¿Sigue vivo un espíritu de López Marañón?

-En alguna gente, sí. No te olvides que son ya 13 años, y en la selva todo crece muy rápido y también muere muy rápido. Pero, sí, la emisora sigue en pie, Radio Sucumbíos, y el día del regreso, copresidieron con el obispo y hubo en la Catedral un acto muy bonito.

-Lo dimos en Religión Digital. Fue magnífico. ¿Tú crees que el Papa lo va a conseguir?

-Abrió el camino y yo creo que no se puede cerrar. Tiene un costo muy alto porque la estructura pesa mucho. Vengo de León, y ver la catedral de León es impresionante. Si tú ves la catedral de Sucumbíos, no impresiona, ves que tienes menos peso histórico, la verdad.

Que yo entiendo que no es fácil. A mí no me dio el permiso el obispo para ordenarme en Burgos cuando estaba don Segundo García de Sierra y Méndez. Me dio la dispensa el provincial, o general carmelita, a donde yo pertenecía. Pero piensa que mis compañeros seminaristas se ordenaban sujetos a la obediencia del obispo. Yo, del superior. Eso ya cambió. Ya no hay tronos en las catedrales; es un primer paso.

Reformas de Francisco
Reformas de Francisco

Hace poco, en Ecuador, hablaba con un obispo nuevo en Esmeraldas, una provincia limítrofe con Colombia, y me dice "te invito a mi 'posesión' de la diócesis que me han encargado". Yo dije "¿un señor feudal va a entrar 'en posesión' de la diócesis, o 'asume el servicio' de la diócesis?"

-Es verdad, se sigue hablando de toma de posesión.

-Y me dijo él, "gracias por la lección, voy a 'asumir el servicio' de la diócesis"

-Tú y yo ya hemos vivido esa primavera, digamos, postconciliar, y después vino lo que vino: la involución. ¿Puede pasar lo mismo?

-Sí, yo creo que sí. Históricamente ha sido así. El siglo XIX en España, que tan mal nos enseñaron en las clases; a mí nunca me dijeron que todos los generales y mariscales que perdieron las batallas en América, en Colombia, en Ecuador, en Venezuela, en Chile, en Bolivia… regresaban todos a España, y se les llama los 'ayacuchos'. Y la mayor parte entraron en todos los golpes militares. En 1835 le quitaron todos los bienes a la Iglesia. Primero, a las órdenes religiosas. Y aparecieron nuevas, la mayor parte dedicadas a la enseñanza. Entonces, yo creo que hay un regreso periódicamente.

-Esperemos que el péndulo llegue un poco más allá, porque si vuelve otra vez…

-Yo creo que sí está llegando más allá.

-Que continúe el proceso. Me da la sensación de que esto es como en aquella época: Francisco sería Juan XXIII, y después tiene que venir, al menos, un Pablo VI. Porque si volvemos atrás…

-Yo espero, aparte de que es mi deseo, que venga otro Papa que siga la línea. Pero otro que se ponga en contra, creo que no es fácil. Por lo menos, a las claras.

Francisco y Juan XXIII

-Entonces, tú crees que hay pasos dados que no se pueden retroceder.

-San Romero de América es un obispo matado por la derecha y matado celebrando misa. Y acaba de enjuiciar el fiscal al que era presidente de la República. Eso ya no se olvida. La Vicaría de Solidaridad en Chile ya no se olvida. En eso soy optimista, yo creo que que la Iglesia ya no vuelve a ser lo que era antes del Concilio Vaticano II. Y mucho menos por medio de alguien que venga posteriormente.

O sea, la autoridad de un obispo, hoy ya casi no tiene ni símbolos. A mí me duele mucho. Un día pasé por Burgo de Osma, donde estudié Filosofía, y era la procesión de la fiesta de la ciudad. Y salía el obispo con su mitra y su báculo por la calle con 10 sacerdotes y 200 personas. Mi impresión y con perdón de quienes leen, fue que me parecía ridículo, grotesco. Pastor ¿de qué? ¿Dónde está la gente? La gente se quedaba mirando como se mira cualquier otro espectáculo.

Entonces, yo creo que eso no vuelve y creo que hay que darle muchas gracias a Dios por la serie de movimientos que aquí, en España, lucharon por ello. Hablo de lo que viví hace 55 años, donde ser cristiano en el mundo obrero era una heroicidad. Donde había los curas obreros que causaron, yo creo, un remezón grande, que no nos trajo que las iglesias se volvieron a llenar, pero ¿para qué queremos que se llenen, si es cuestión de leer el Evangelio?

Además, el mismo Evangelio dice, "la mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Rogad que mande más obreros, que el negocio es de él. Que mande de más gente".

Las vocaciones ¿una bendición?
Las vocaciones ¿una bendición?

-Que él sabrá lo que tiene que hacer.

-Siempre nos dijeron "la vocación es un don". Qué quiere decir ¿que no está dando ese don? Porque si es un don… Cada uno, a nivel individual, lo tiene que pensar, pero también a nivel colectivo. Que perder las instituciones es casi como desnudarse. ¿Por qué? Porque son señales de poder, no de servicio. Y uno puede ver…, no sé, uno puede criticar Manos Unidas, pero la gente tiene mucho respeto por Manos Unidas, por Mensajeros de la Paz.

-O por Cáritas.

-O por Cáritas. La gente dice "bueno, esto sí". ¿Porque vengan aquí conocen más a Jesucristo? No. El negocio es de él. A mí me toca dar testimonio de lo que yo digo que espero.

-Pues con esa esperanza nos quedamos. Muchísimas gracias, Anastasio.

-A ti. Es un placer siempre venir a esta casa, que no me la pierdo cada vez que viajo.

-Y encantados de recibirte en ella

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