P. José Barranco: "El escenario es dramático, hay hambre, falta de material médico y un gobierno que hace lo mejor que puede" Monseñor Luis Cabrera: "La Iglesia actúa para hacer frente a las necesidades más apremiantes de la ciudad"

Luis Gerardo Cabrera
Luis Gerardo Cabrera

Monseñor Luis Cabrera Herrera concedió una entrevista a Vatican News para referirse a la compleja situación que vive la ciudad más poblada del país, donde el COVID-19 ha cobrado cientos de vidas

Anunció que durante la Semana Santa se impartirá la bendición con el Santísimo y la imagen del Cristo del Consuelo desde un helicóptero los días de Jueves y Viernes Santo, "para acompañar a los feligreses en sus hogares"

El padre José Barranco, misionero comboniano en Guayaquil, relata que la emergencia ha desbordado la capacidad de reacción de toda la sociedad

Mientras los difuntos se acumulan en las calles, crece el hambre y en los sectores más vulnerables es prácticamente imposible guardar una cuarentena, el escenario es dramático

(Vatican News).- Monseñor Luis Cabrera Herrera, Arzobispo de Guayaquil, concedió una entrevista a Vatican News para referirse a la compleja situación que vive la ciudad más poblada del país, donde el COVID-19 ha cobrado cientos de vidas y hay una lucha contrarreloj para darles un entierro digno.

En medio de la incertidumbre y el dolor que azota a Guayaquil, Monseñor Cabrera confirmó que los casos de fallecidos por coronavirus sobrepasan los datos oficiales anunciados por el gobierno ecuatoriano: “A esta situación desencadenada por el coronavirus también hay que agregar otras enfermedades que ya venían padeciendo muchos de los ciudadanos, y que ahora han terminado conduciéndolos a la muerte, eso hace que el número de fallecidos sea mucho mayor”, acotó.

Primer sacerdote fallecido por coronavirus

Por otro lado, Monseñor Cabrera reportó que en la Arquidiócesis de Guayaquil hay un sacerdote fallecido por coronavirus: “Al menos hemos tenido ya dos casos, uno que murió con sospecha de que había sido contagiado, y el segundo caso sí tenemos evidencias de que lamentablemente fue víctima del coronavirus y hemos tenido que sepultarlo cuanto antes”. Se refiere al padre Henry Gallardo, Vicario Judicial y párroco de Santo Tomás Moro.

l personal sanitario trabaja hasta 16 horas diarias en Guayaquil para afrontar la emergencia sanitaria
l personal sanitario trabaja hasta 16 horas diarias en Guayaquil para afrontar la emergencia sanitaria

"Los actores sociales y políticos deben dejar de lado las confrontaciones"

Monseñor Cabrera también se pronunció sobre el reciente comunicado del Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana que llama al cese de la confrontación entre actores políticos, dejando de lado los intereses particulares en beneficio de la unidad nacional:

“Todas las instituciones estatales, sociales, todos los actores políticos tienen que dejar de lado las confrontaciones. No se puede, en nombre de unos interés personales o partidistas, poner en riesgo mucho más de lo que el Ecuador está viviendo. Por eso, el llamado de la Conferencia es a la unidad, a dejar de lado los colores de banderas políticas o de posiciones ideológicas y sumarse en un solo esfuerzo, sabiendo que Ecuador es un país de hermanos solidarios”.

Precisamente, el Arzobispo de Guayaquil hizo un llamado a la solidaridad “para que todos los ecuatorianos, sintiéndonos responsables y superando los regionalismos, orientemos todas las fuerzas para tener alimento, que es lo que necesitamos, medicinas, objetos de limpieza, de tal forma que nuestra gente, especialmente la que está ubicada en las zonas marginales, tengan con qué alimentarse y curarse”.

Comunicado
Comunicado

Acciones de la Iglesia de Guayaquil

Para hacer frente a las necesidades más apremiantes de la ciudad, Monseñor Cabrera explicó que se han trazado “dos líneas muy bien marcadas: la solidaridad y la espiritualidad”. Actualmente la Arquidiócesis de Guayaquil “viene trabajando con varias organizaciones para la recolección y distribución de kits de alimentos, además del apoyo de 200 voluntarios y toda la infraestructura parroquial al servicio de este programa. En la dimensión de la salud, tenemos una red de dispensarios médicos que atienden a personas afectadas por otro tipo de enfermedades, de tal manera que los hospitales públicos están asumiendo la parte más difícil de atender a estos hermanos que han sido contagiados”.

“¿Cómo sostener a nuestro pueblo desde la fe?” – se pregunta Monseñor Cabrera – “como Iglesia asumimos este momento con responsabilidad, reconociendo el rol fundamental que ocupan las redes sociales para transmitir las Eucaristías, bendiciones, mensajes y oraciones a las personas que aman y creen en Dios. Así, espiritualidad y solidaridad son como dos alas, dos brazos que sostienen nuestra fe”.

Semana Santa: vivir en familia la fe

Entre sus principales actividades y celebraciones a puertas cerradas, el Arzobispo de Guayaquil anunció que durante la Semana Santa se impartirá la bendición con el Santísimo y la imagen del Cristo del Consuelo desde un helicóptero los días de Jueves Santo y Viernes Santo: “Así es como nosotros pensamos acompañar a nuestros feligreses en sus hogares, viviendo intensamente esos momentos tan importantes de nuestra fe”.

“Ahora más que nunca debemos tener en cuenta el valor de vivir en familia la fe, en el hogar, porque es ahí donde uno desde muy niño aprendió a conocer y amar a Dios, es el lugar que le corresponde y es en la familia donde viviremos esta dimensión profunda de fe”, precisó Monseñor Cabrera.

Finalmente, el pastor de Guayaquil se dirigió a todas las familias que viven días de dolor y oscuridad: “Nosotros como creyentes apelamos siempre a la confianza y a la esperanza que nos viene de Dios, esa confianza de saber que el Señor está siempre con nosotros, que nos acompaña, la esperanza de saber que Dios siempre sabe el momento de obrar, así lo ha hecho a lo largo de la historia, así ha realizado grandes prodigios. Que la confianza en Dios y la esperanza jamás desaparezca de nuestras vidas”, concluyó.

Calamitosa

Así califica, por su parte, la realidad de Guayaquil el padre José Barranco, misionero comboniano radicado en Ecuador, la nación latinoamericana más azolado hasta ahora por las consecuencias del coronavirus.

En dicha ciudad portuaria de 2,3 millones de habitantes se concentra casi la mitad de los más de 2700 casos positivos de Covid-19 de todo el país, lo que ha desencadenado una emergencia sanitaria por partida doble. Primero, porque el sistema de atención de salud está colapsado, pero también porque los difuntos, con o sin ataúd, se han acumulado en casas y calles a la espera de ser retirados para su sepultura.

Este viernes el Presidente de la República, Lenin Moreno, informó que se están recogiendo alrededor de 150 difuntos diarios de domicilios y lugares públicos, pero aún así no dan abasto. Las morgues están colapsadas y en todo el país “más de cien funerarias se han negado a atender, porque no se sienten seguros en ese trabajo”, detalla desde Quito, la capital, este sacerdote y director de la Radio Católica Nacional. “La situación en todo el país es muy dura, pero en Guayaquil es calamitosa”, sentencia.

Según el religioso, el sistema sanitario no da abasto porque faltan instrumentos médicos y el personal, como doctores y enfermeras, está trabajando hasta 16 horas diarias cumpliendo doble jornada. Y si bien reconoce que la magnitud del foco de contagio responde a que la población no hizo caso a las indicaciones del gobierno de quedarse en casa, aclara que en los amplios sectores de pobreza de Guayaquil es muy difícil que la gente haga cuarentena. Allí, “la casa es solo una habitación, a veces de caña, donde cohabitan tres, cuatro y hasta cinco personas, y con escasez de alimento. ¿Qué pueden hacer? A veces, acostarse y estar allí todos juntos, pero la situación es muy difícil”, advierte.

El escenario es dramático, porque como detalla Barranco, hay “hambre, falta de instrumentos médicos y un gobierno que intenta hacer lo mejor que puede, militares, policías, servicio médico, la Iglesia, están todos intentando responder lo mejor que pueden, pero no se alcanza”.

La presencia de la Iglesia

La Iglesia católica ha concentrado sus esfuerzos tanto a nivel solidario como espiritual. El Hospital Dispensario Madre Berenice, de la red asistencial de la Arquidiócesis de Guayaquil, aunque no tiene capacidad para atender pacientes de Covid-19, está recibiendo aenfermos derivados de otras patologías, con lo que colabora a descomprimir el sistema de salud. Además, están prestando orientación médica de manera remota por medio de un servicio telefónico.

Las parroquias, además, están asociadas al programa gubernamental “Unidos alimentamos más personas”, actuando como centros de acopio y distribución de raciones de comida en momentos en que el hambre se deja sentir. El padre Barranco destaca que las comunidades eclesiales inspiran confianza para muchas personas que quieren hacer donaciones para ir en ayuda de los más necesitados.

Esas mismas parroquias también nutren la vida espiritual de las personas y, como en muchos lugares del mundo, están sosteniendo la vida litúrgica y de oración por medio de transmisiones a través de internet y otros medios de comunicación. Acciones concretas que, según el misionero comboniano, pretenden “sembrar fe y esperanza”.

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