Los obispos condenan la muerte de un policía, quemado vivo, en Puno Barreto, ante la crisis en Perú: "Hay mucha preocupación, angustia y mucho dolor. No hay que discutir el derecho a la protesta"

Protestas en Puno
Protestas en Puno

“Hay justas protestas de la población, esto es innegable. Cualquier persona con su sano juicio reconoce que hay un embalsamiento de reclamos históricos del pueblo peruano, sobre todo de las grandes mayorías que viven en la exclusión y en algunos casos, con mucho dolor, en extrema pobreza. No hay que discutir este derecho a la protesta”

“Tenemos que invocar tanto a un grupo como a otro el fiel cumplimiento de los derechos humanos y el respeto a la vida”

“El Poder Ejecutivo tiene que trabajar muy claramente de la mano con los más pobres, los más humildes y el Congreso que dé leyes que favorezcan realmente a los más pobres y olvidados”

"Llamamos a los grupos contendientes a garantizar el traslado de los heridos, permitiendo el ingreso y salida de las ambulancias hacia los centros hospitalarios", señalan los obispos

El arzobispo de Huancayo, Cardenal Pedro Barreto, indicó mediante una entrevista en una radio local que la población clama por paz, justicia y dejar de lado los enfrentamientos que se han venido produciendo en diversas regiones del país.

“Hay que reconocer que hay justos reclamos de la población. La población quiere paz, quiere justicia, quiere fraternidad, quiere dejar de lado los enfrentamientos y allí creo que todos tenemos que invocar a la calma, a la serenidad porque los hechos están dando mucha preocupación, angustia y mucho dolor para muchas familias, nunca más tiene que repetirse en nuestra patria”, refirió Barreto en diálogo con RPP.

Además, indicó que es doloroso ver un enfrentamiento entre hermanos tras los últimos acontecimientos suscitados en Puno porque todos forman parte de una sola sociedad y familia. Asimismo, consideró que es innegable que hay pedidos legítimos por parte de los manifestantes quienes tienen reclamos históricos, especialmente por quienes han sido excluidos o viven en pobreza.

“Hay justas protestas de la población, esto es innegable. Cualquier persona con su sano juicio reconoce que hay un embalsamiento de reclamos históricos del pueblo peruano, sobre todo de las grandes mayorías que viven en la exclusión y en algunos casos, con mucho dolor, en extrema pobreza. No hay que discutir este derecho a la protesta”, indicó.

El cardenal mencionó durante la entrevista que se debe separar la idea de protestar con el deber de cuidar la vida y la propiedad privada, ya que, se debe buscar el diálogo para solucionar los problemas pero sin cometer destrozos ni actos violentos o delictivos.

“Tenemos que invocar tanto a un grupo como a otro el fiel cumplimiento de los derechos humanos y el respeto a la vida”, señaló.

En el caso del Poder Judicial, el cardenal habló para que trabaje en la determinación de responsabilidades, el Congreso para que esté a la altura de las circunstancias con leyes a favor de los más necesitados y el Poder Ejecutivo priorizando la búsqueda de caminos de paz con la sociedad civil.

“El Poder Ejecutivo tiene que trabajar muy claramente de la mano con los más pobres, los más humildes y el Congreso que dé leyes que favorezcan realmente a los más pobres y olvidados”, agregó.

"No podemos regresar a las épocas oscuras del terror que enlutaron a nuestro país durante 20 años. Esta situación merece el enérgico y contundente rechazo de todos", concluye la nota. "¡NO A LA VIOLENCIA, VENGA DE DONDE VENGA! ¡NO MÁS MUERTES! ¡SÍ A LA VIDA! ¡LA VIDA ES SAGRADA!"

Por otro lado, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Peruana ha condenado el asalto  de esta madrugada contra una patrulla de la Policía en Puno, que terminó con la muerte del Sub Oficial José Luis Soncco Quispe (29 años), quien fue quemado vivo dentro de un vehículo de la PNP. 

"Reafirmamos que el único dueño de la vida y de la muerte es Dios, nuestro Señor", sostienen los obispos, que "pedimos que las muertes sean debidamente investigadas". "Llamamos a los grupos contendientes a garantizar el traslado de los heridos, permitiendo el ingreso y salida de las ambulancias hacia los centros hospitalarios".

"No podemos regresar a las épocas oscuras del terror que enlutaron a nuestro país durante 20 años. Esta situación merece el enérgico y contundente rechazo de todos", concluye la nota. "¡NO A LA VIOLENCIA, VENGA DE DONDE VENGA! ¡NO MÁS MUERTES! ¡SÍ A LA VIDA! ¡LA VIDA ES SAGRADA!".

Primero, Religión Digital

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