El martirio de María de la Luz Camacho logró el cese de la Guerra Cristera Buscan acelerar la beatificación de catequista mexicana que fue asesinada en Guerra Cristera

Buscan acelerar la beatificación de catequista mexicana que fue asesinada en Guerra Cristera
Buscan acelerar la beatificación de catequista mexicana que fue asesinada en Guerra Cristera

La Arquidiócesis Primada de México pidió a los fieles de la Ciudad de México a pedir a Dios algún favor por la mediación de María de la Luz Camacho González, e informarlo a la parroquia de San Juan Bautista, en el centro de Coyoacán

Adelantaron que en próximos días se imprimirá una estampa con una oración, que estará a la consideración del Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México

El domingo 30 de diciembre de 1934, en las puertas de la parroquia san Juan Bautista, en Coyoacán, Ciudad de México, la catequista María de la Luz Camacho fue asesinada por los Camisas Rojas, un grupo de choque socialista y anticlerical, formado por Tomás Garrido Canabal, exgobernador que se autonombraba <Enemigo personal de Dios y de la Iglesia> y comandado por Carlos Madrazo, quién no dudo en dispararle a sangre fría, trepado en la cruz atrial, y gritando consignas contra la Iglesia y blasfemias irrebatibles.

María de la Luz Camacho, era catequista, integrante de la Tercera Orden franciscana y de la Acción Católica Femenina de México, por lo que la comunidad franciscana de la Provincia del Santo Evangelio ha manifestado su interés en promover su proceso de beatificación. 

Son varias las razones que mueven el deseo de dar más fuerza a este proceso, ya que la Sierva de Dios María de la Luz Camacho, era una laica ejemplar, soltera, que vivió los difíciles años de la persecución religiosa en México y sin dudarlo 

“Se paró frente a la puerta de su iglesia San Juan Bautista, abrió sus brazos en cruz y comenzó a gritar con grande fuerza: ¡Viva la Iglesia! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva Cristo Rey!

“Se paró frente a la puerta de su iglesia San Juan Bautista, abrió sus brazos en cruz y comenzó a gritar con grande fuerza: ¡Viva la Iglesia! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva Cristo Rey! hasta que las balas ahogaron su voz mientras en el Cielo se le concedía la palma del martirio”, señala su biografía. 

Para promover la causa de Luz María Camacho fue designado el padre Jesús Arredondo Marquina como vicepostulador, nombramiento que hizo el superior de los franciscanos de esta Provincia, Fray Joel Cosme Torres. El Postulador es el responsable de las Causas Franciscanas de canonización que radica en Roma.

¿Quién era María de la Luz Camacho? 

María de la Luz Cirenia Camacho González nació el 17 de mayo de 1907 en Tacubaya. Su papá se llamaba Manuel; su mamá, de nombre María Teresa, murió cuando ella tenía apenas 7 meses de edad. 

De niña estudió en un colegio de religiosas en la ciudad de Puebla de los ángeles. En 1918 regresó a México para estudiar con las monjas dominicas y después en el Instituto Católico para niñas

“Lucha” era de carácter alegre y equilibrado, era emprendedora, modesta y mantenía un gran dominio de sí misma. En 1921 la familia Camacho se trasladó a Coyoacán, donde ella vivió los últimos 13 años de su vida hasta que salió de su casa para defender la parroquia que pretendían incendiar los Camisas Rojas. 

Desde muy joven formó parte del Consejo Parroquial. El 2 de febrero de 1930 tomó el hábito de la Tercera Orden de San Francisco, pertenecía a la Acción Católica Femenina de México y su labor como catequista en Coyoacán era continua e intensa.

Sepulcro de María de la Luz  Camacho

El día de su martirio su papá había ido a Misa a las 10 de la mañana con su hermanito Rafael, de 10 años de edad. Allí el sacerdote pidió que se corriera la voz de ayuda porque los Camisas Rojas habían llegado a atacar e incendiar la parroquia. De regreso en casa, su papá platicó el peligro; María de la Luz se levantó de la cama, con fiebre por una faringitis, y se puso su mejor vestido, el de seda color verde con amplio cuello de color blanco. 

–Por qué te pones tan elegante?- le preguntó su hermana Lupita. Ella le respondió: –Cuando hay que defender a Cristo Rey, hay que ir elegante para el combate-. 

Luego salió de su casa y no detuvo su marcha hasta llegar al atrio, donde esperó el momento heróico hasta que vio a los Camisas Rojas acercarse a la iglesia con tambos de gasolina

Cuando inició la balacera, ella fue herida en el pecho. Fray Alejandro Torres, franciscano, pudo ungirla con los santos óleos poco antes de morir. 

Su sepelio fue el primer día del año 1935. Una multitud acompañó su cortejo fúnebre hasta el panteón de Xoco para sepultarla, luego siguió hasta el Zócalo, en marcha por avenida Reforma, para exigir justicia. El presidente Lázaro Cárdenas, totalmente atemorizado, pidió la renuncia de Garrido Canabal y pactó la paz.

La sangre de mártir que derramó María de la Luz logró el cese de la persecución religiosa en México al tiempo que teñía su mejor vestido, el de seda, con los colores de la bandera mexicana.

Los restos mortales de Luz María Camacho reposan en una urna, en el interior de la Parroquia de San Juan Bautista, en Coyoacán, la cual defendió con su vida y pertenece a la Provincia del Santo Evangelio.

La Arquidiócesis Primada de México ha pedido a los fieles de la Ciudad de México a pedir a Dios algún favor por la mediación de María de la Luz Camacho Gónzalez, e informarlo a la parroquia de San Juan Bautista, en el centro de Coyoacán. Y adelantaron que en próximos días se imprimirá una estampita con una oración, que estará a la consideración del Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México.

María Luz

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