El vicepresidente del episcopado, víctima de un atentado CELAM, con monseñor Dumas: "Agradecemos tu compromiso de fe y en favor de nuestros hermanos haitianos"

Monseñor Pierre-André Dumas en Haití
Monseñor Pierre-André Dumas en Haití

"Han pedido oración por sus hermanos y el pueblo haitiano para que esta nación alcance “la paz y la sabiduría” para llevar “la luz de Cristo en medio de las tinieblas del miedo y dolor, con la confianza de saber que en la cruz del Señor hallamos el camino hacia una vida nueva”

"Agradecemos a Dios tu compromiso de fe y en favor de nuestros hermanos haitianos”. Con estas palabras, la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) ha expresado su solidaridad con monseñor Pierre André Dumas, vicepresidente del episcopado haitiano, tras ser víctima de un atentado la tarde del domingo, 18 de febrero, en Puerto Príncipe.

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Signo profético de esperanza

Desde el CELAM han rechazado este hecho como también “todas las situaciones de injusticia y sufrimiento que vive el pueblo de ese querido país”. Resaltaron que el papel del prelado – con todos sus hermanos obispos y el pueblo de Dios – es “signo profético de esperanza que peregrina hacia la Pascua” que sostiene a toda la Iglesia haitiana.

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La luz de Cristo

La actual presidencia del CELAM para el período 2023-2027 está conformada por monseñor Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil) como presidente; le acompañan en la primera vicepresidencia, monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo (Venezuela) y monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, ocupa la segunda vicepresidencia.

Este equipo directivo lo conforman, monseñor Santiago Rodríguez, obispo de san Pedro de Macorís de República Dominicana, y como secretario general, monseñor Lizardo Estrada, obispo auxiliar de Cusco (Perú).

Oración por sus hermanos y el pueblo haitiano

Por ahora, han pedido oración por sus hermanos y el pueblo haitiano para que esta nación alcance “la paz y la sabiduría” para llevar “la luz de Cristo en medio de las tinieblas del miedo y dolor, con la confianza de saber que en la cruz del Señor hallamos el camino hacia una vida nueva”.

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