Las distintas iglesias cierran filas contra la violencia "venga de donde venga" Católicos, evangélicos y luteranos, unidos para buscar la paz en Ecuador

Protestas en Encuador
Protestas en Encuador

En medio de violentas protestas sociales en Ecuador, la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica y la Iglesia Luterana del país, aseguraron que nada justifica que una "legítima manifestación de descontento" sea desde el caos y el terror 

Durante el rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco pidió este domingo a las partes en conflicto que se abandone la violencia y las posiciones extremas en Ecuador

Desde hace 13 días las marchas se tornaron violentas en las calles. Los enfrentamientos han dejado ahora han dejado hasta ahora 5 muertos, 166 heridos y 108 detenidos

Las iglesias firmantes aseguraron que defenderán "el orden constituido, como el único marco político y social para solucionar nuestras diferencias"

En medio de violentas protestas sociales en Ecuador, la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica y la Iglesia Luterana del país, aseguraron que nada justifica que una “legítima manifestación de descontento” se manche por la presencia de grupos armados que buscan sembrar caos, terror y desestabilizar la democracia.

En tanto, durante el rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco pidió este domingo a las partes en conflicto que se abandone la violencia y las posiciones extremas en Ecuador, donde se viven violentas protestas contra el Gobierno de Guillermo Lasso, y recordó que "sólo con el diálogo se puede conseguir la paz social".

Francisco: "Pido a todas las partes que se abandone las violencia y las posiciones extremas. Solo con el diálogo se puede conseguir, espero pronto la paz social, y con atención a las poblaciones marginales más pobres, pero siempre respetando los derechos de todos y las instituciones del país"

Las iglesias en el Ecuador sostuvieron en un comunicado difundio el 24 de junio que "es injustificable que la lucha social se manche con la presencia de grupos armados criminales que buscan sembrar el caos, el terror y la desestabilización por las calles de nuestro Ecuador”.

Comunicado

“Es injustificable que la búsqueda de mejores días para todos se contamine con la proterva intención de desestabilizar el orden democrático, legalmente constituido, sea desde la calle o desde los intereses de partidos o grupos”, agregaron.

El 13 de junio inició en Ecuador un paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), para exigirle al Gobierno, entre otras cosas, la reducción de los precios de los combustibles, garantizar “precios justos” en los productos de primera necesidad y dar subsidios a los pequeños agricultores.

Sin embargo, desde hace 13 días las marchas se tornaron violentas y los manifestantes se han enfrentado con la policía y cerraron varias carreteras. Los enfrentamientos han dejado ahora han dejado hasta ahora 5 muertos, 166 heridos y 108 detenidos. Además, el bloqueo de las carreteras terminó por agravar la crisis económica.

En su mensaje, las iglesias expresaron que “la legítima manifestación de descontento, por la situación de abandono y de injusticia de estos días, es una expresión del camino que aún tenemos que recorrer como nación para atender a todos, especialmente a los más vulnerables”.

Cada uno de nosotros somos responsables de haber mirado a otro lado cuando la salud, la educación, los alimentos, el salario justo no eran un bien de todos sino de pocos”, agregaron.

En ese sentido, se enfatizó en que “es hora de que todos nos comprometamos a hacer de la fraternidad una verdadera acción política, de la sensatez y la verdad nuestra manera normal de actuar, y de la paz y el diálogo nuestro único camino”.

“Es hora de que gobernantes y gobernados podamos hacer una opción por la vida, por la defensa de los más vulnerables, por el progreso en equidad para todos”, continúa el comunicado.

También se afirmó que “desde la atención pastoral, pero también desde las múltiples obras de las diferentes confesiones cristianas en salud y educación, nos comprometemos a poner en el corazón de nuestra acción la defensa de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas y de todos los ecuatorianos”.

Finalmente, las iglesias firmantes aseguraron quedefenderán “el orden constituido, como el único marco político y social para solucionar nuestras diferencias”.

“¡Que Jesús, con su corazón manso y humilde, nos una como hermanos, hijos de esta hermosa tierra del centro del mundo!”, concluyeron los obispos.

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