El párroco, Edwin Román, fue amenazado por los orteguistas Concluye, nueve días después, la huelga de hambre en la iglesia de Masaya

El padre Edwin y las madres en la iglesia de Masaya
El padre Edwin y las madres en la iglesia de Masaya

Las once madres que exigían la liberación de sus hijos detenidos por la Policía Nacional, en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Masaya, fueron evacuadas y trasladadas a un hospital de la capital

Durante varios días, fuerzas policiales y simpatizantes del gobierno habían mantenido el asedio contra la iglesia

El lunes, la catedral de Managua fue profanada por grupos de adeptos a Daniel Ortega

Ayer concluyó la huelga de hambre de las once madres que exigían la liberación de sus hijos detenidos por la Policía Nacional, en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Masaya, después de 9 días sin probar alimentos ni agua, fueron evacuadas y trasladadas a un hospital de la capital, Managua. Con ellas el párroco p. Edwin Román.

El sacerdote, el jueves 14, cuando se quedó para asistirlas, denunció que cuando ellas se declararon en huelga de hambre, la policía les cortó la energía eléctrica y el suministro de agua e impidió que la población las asistiera con medicamentos.

Solidaridad de la Iglesia de Guatemala

La Conferencia Episcopal de Guatemala afligida por los graves acontecimientos ocurridos en los últimos días en Nicaragua, manifiesta en un comunicado, su “solidaridad con la Iglesia, sus pastores y fieles, ante los sufrimientos que padecen y ante las persecuciones a que son sometidos por parte de sectores oficiales e infiltrados del régimen". En este contexto, los obispos guatemaltecos condenan “los atropellos a templos y personas que están ocurriendo con total impunidad y aparente consentimiento del gobierno nicaragüense”.

En la nota, el episcopado expresa su consternación por el sufrimiento de personas atropelladas en su dignidad y en sus derechos que han buscado en la Iglesia el lugar para dar a conocer sus anhelos y denuncias. Por ello, esperan que se genere “en ese país hermano” un clima de verdadero diálogo que permita “superar la grave crisis de convivencia que ha puesto en grave peligro la democracia y el respeto de los más elementales derechos humanos”.

Por más de una semana las fuerzas policiales y grupos de simpatizantes del gobierno habían mantenido el asedio contra la iglesia. La tensión aumentó el pasado lunes, cuando otras nueve personas se declararon en huelga en la Catedral metropolitana de Managua, la cual fue asaltada y profanada por grupos adeptos al gobierno que agredieron a un cura y a una monja que intentaban proteger a los huelguistas.

La comunidad internacional ha condenado repetidamente la violación de derechos humanos en el país desde el comienzo de las protestas en abril de 2018 y ha exhortado nuevamente al gobierno de Daniel Ortega a respetar el orden constitucional y el estado de derecho en el país.

Nota de prensa de la Arquidiócesis de Managua

En una nota de prensa la Arquidiócesis de Managua explica que desde el 14 de noviembre ha estado pendiente de la situación vivida por el padre Edwin Román y las 13 personas. Durante todo este tiempo se ha respetado la voluntad del padre Román de permanecer acompañando moral, espiritual y físicamente estas personas.

Ayer viernes manifestaron su deseo de salir, todos. De manera que el cardenal Leopoldo Brenes arzobispo de Managua y Mons. Waldemar Stanislao Sommertag, nuncio apostólico en Nicaragua, iniciaron los debidos contactos con autoridades, solicitando abrir un canal humanitario para el ingreso de ambulancias privadas para trasladar y brindar asistencia médica en el hospital Vivian Pellas, a todas las personas que por ocho días estuvieron encerradas.

En la nota de prensa se pide a Dios que muy pronto puedan compartir estas madres con sus hijos, privados de libertad, la alegría del estar en familia.

Por último, la nota de prensa señala que se reafirma lo que el cardenal señaló en una nota de prensa el 15 de noviembre: “El Arzobispo manifiesta su total respaldo a la labor humanitaria, propia de la Iglesia y que han venido realizando el padre Edwin Román, y demás sacerdotes desde que se generó la crisis social y política en abril del 2018”.  Al ingresar en el hospital casi todas las personas se les dio de alta, solo el padre Román y tres personas más quedaron más tiempo en el hospital.

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