"El Papa se dio cuenta de que la opción preferencial por los pobres sigue vigente" Fernando Chomalí: "León XIV tiene preparación humana, espiritual, pastoral y de gobierno. Nos esperan tiempos hermosos"

"Si 133 cardenales de 71 países distintos eligen rápidamente al sucesor de Pedro, es porque estaba la obra del Espíritu Santo ahí. Creo que esa mirada de fe siempre estuvo presente en muchas personas y yo vi un ambiente festivo que se manifestó después en la cena que tuvimos". El cardenal de Santiago de Chile, Fernando Chomalí, vivió su primer cónclave "con emoción, con un sentido de responsabilidad muy grande y siempre pensando en las personas en las cuales tengo responsabilidades pastoral".

Un mes después, desde la capital chilena, Chomalí reflexiona sobre el proceso de elección de Prevost, el legado de Francisco y los retos de la Iglesia de hoy. Con una convicción, que deja clara desde el primer titular: "León XIV tiene preparación humana, espiritual pastoral y de gobierno. Nos esperan tiempos hermosos". Esperanza.

¿Cómo vivió su primer cónclave?

El primer conclave lo viví con emoción, con un sentido de responsabilidad muy grande y siempre pensando en las personas en las cuales tengo responsabilidades pastoral, pensando en las parroquias, en las capillas, en el mundo juvenil, universitario, ese era mi norte y el motivo de oración. Y por supuesto también con los oídos y los ojos muy abiertos para conocer realidades tan distintas. Creo que es un privilegio estar con personas tan distintas como los cardenales de Irán, de África, de Mongolia, de Estados Unidos, de América Latina, personas tan distintas que estamos ahí con una finalidad muy específica que es elegir al Santo Padre. 

¿Qué parecidos hay entre lo que sucedió en la Sixtina y la película cónclave?

La película conclave y el conclave que yo viví son realidades absolutamente distintas. Mandé un mensaje diciendo que la película se parecía a la realidad que estaba viviendo, lo mismo que el chino se parece al inglés. Encontré un ambiente de mucho respeto, un ambiente donde había preocupaciones comunes, que era cómo evangelizar, eso nos une a todos, cómo evangelizar.

Y también una gran preocupación por la paz, una gran preocupación cómo ser puente, realmente vi un ambiente fraterno. Obviamente que hay miradas distintas de la realidad porque las preocupaciones que tiene un cardenal de América Latina, evidentemente que son muy distintas a las que tiene un cardenal en un país hiperdesarrollado como Alemania o Estados Unidos, o un cardenal que está en un país donde hay guerra. Pero en un contexto de fraternidad, pero con un elemento común fundante que es Jesucristo. A mí eso me dio mucha esperanza


Sin desvelar mucho de lo ocurrido, parece que Prevost se fue imponiendo casi desde el principio. ¿Hubo esa unidad, frente a la polarización que parecía en las congregaciones generales?

Polarización yo no vi. Yo vi énfasis en las distintas realidades creciales en virtud de los distintos problemas que hay, que tienen que ver con la pobreza, que tienen que ver con la secularización, en algunos países que tienen que ver con la fragrante destrucción de las familias, en otros países que tienen que ver con la vocación sacerdotal y religiosa. 

¿Cómo viví yo cuando el Papa logró los dos tercios y hubo aplauso? 

Yo lo viví con mucha serenidad porque comprendí que si 133 cardenales de 71 países distintos eligen rápidamente al sucesor de Pedro, es porque estaba la obra del Espíritu Santo ahí. Creo que esa mirada de fe siempre estuvo presente en muchas personas y yo vi un ambiente festivo que se manifestó después en la cena que tuvimos. 

¿Qué le dijo Prevost cuando le felicitó? 

Yo le dije que contaba con la Iglesia chilena, que contaba con la Iglesia de Santiago, que contaba con mi persona, y por supuesto que él agradeció esa palabra.

¿Qué debió pasar por la mente del Papa en ese momento?

Yo pienso que es muy difícil saber o tratar de intuir qué pasaba por la mente en ese momento de una persona que hace un minuto se convertía en Papa, se convertía en el sucesor de Pedro y tenía la responsabilidad sobre sus hombros de guiar a toda la Iglesia. 

¿Qué puede ofrecer a la Iglesia? ¿Cuáles serán sus retos? ¿Continuará el legado de Francisco? 

Yo creo que todos los papas, todos los sacerdotes, los cardenales, los obispos podemos ofrecer una sola cosa que es la persona de Jesucristo y su enseñanza. La persona de Jesucristo y su enseñanza es por lejos la mejor noticia que puede escuchar una persona de todos los tiempos y lo seguirá haciendo hasta el fin del mundo.

Y creo que eso lo tiene claro y desde ahí él ilumina toda la realidad. Creo que la formación agustiniana de León XIV va a ser vital para su ministerio en el convencimiento que el Señor actúa en el corazón de cada uno de nosotros. Por lo tanto, yo estoy seguro que él, su énfasis va a ser más bien en la formación espiritual de las personas, en la formación espiritual de cada uno de nosotros.