Con más de 200 participantes, hasta el 24 de octubre en la PUCP Esperanza tejida con los pueblos: Comienza en Lima el  IV Congreso Continental de Teología Latinoamericana y Caribeña

IV Congreso Continental de Teologia Latinoamericana y Caribena
IV Congreso Continental de Teologia Latinoamericana y Caribena

Con un momento de oración y contemplación, se inauguró este 22 de octubre en Lima el IV Congreso Continental de Teología Latinoamericana y Caribeña, con participantes provenientes de Guatemala, Panamá, México, Brasil, Chile, Perú y otros países del continente

El encuentro, que se extenderá hasta el 24 de octubre, se realiza en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) bajo el lema 'Horizontes de liberación. Tejiendo esperanzas desde abajo'

"Creemos que todos y todas aportamos hilos valiosos a la trama de un mundo más humano y fraterno. Creemos que es posible animar talleres donde lo diverso florezca y la esperanza anime la vida", se expresó 

"El tejido no es solo una metáfora linda, sino necesaria"

(Congreso Amerindia).- Con un momento de oración y contemplación, se inauguró este 22 de octubre en Lima el IV Congreso Continental de Teología Latinoamericana y Caribeña, que reúne a más de 200 participantes provenientes de Guatemala, Panamá, México, Brasil, Chile, Perú y otros países del continente. El encuentro, que se extenderá hasta el 24 de octubre, se realiza en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) bajo el lema “Horizontes de liberación. Tejiendo esperanzas desde abajo”.

El inicio se vivió en un clima de silencio, oración y contemplación. Las primeras palabras invitaron a los asistentes a “poner la mirada en horizontes de esperanza, horizontes de liberación”, y a dejar que las imágenes proyectadas evocaran las realidades, luchas y esperanzas que cada quien trae de su propio territorio.

Creemos. Crecemos. Contigo

Tejido que nace desde abajo

El momento orante recordó los congresos anteriores y reafirmó la trayectoria compartida de Amerindia, el Instituto Bartolomé de las Casas y la PUCP, instituciones organizadoras de este encuentro. La canción compuesta por Humberto Pegoraro, asumida como himno del Congreso, fue entonada por los presentes como símbolo de unidad y esperanza.

La letra hablaba de “inaugurar talleres donde viva lo diverso, refugios de la esperanza, lugares de nacimiento donde nadie quede afuera de la fiesta y del encuentro”. A través del canto, los participantes se reconocieron parte de un mismo telar donde se entrelazan gozos y sufrimientos, luchas y sueños.

Luego, se invitó a un momento de introspección. “Dejen que estas imágenes calen en ustedes y les permitan sentir y pensar la realidad desde abajo”, se animó a los presentes. Se evocaron las múltiples realidades de dolor e injusticia, pero también de resistencia, compromiso y vida.

No queremos que ningún hilo quede fuera de la trama, que nadie sea descartado ni olvidado”, se proclamó, expresando el deseo de construir un tejido inclusivo, donde cada persona y comunidad aporte su color y su historia al entramado común del Reino.

Contemplar la transparencia del barro

Uno de los gestos simbólicos fue el de “limpiar la mirada”, frotándose el rostro y los ojos como signo de apertura interior. “Hay que tener fe para mirar el barro y llegar a ver su transparencia, la presencia del Espíritu con nosotros”, se expresó, invitando a descubrir en las realidades frágiles la acción transformadora de Dios.

A continuación, se proclamó el Evangelio de Mateo con las parábolas del Reino, y se ofreció una reflexión en la que se remarcó que el Reino “es como una trama vulnerable y fuerte, diversa y fraterna que se ensancha para cobijar la vida de todos, especialmente de quienes más sufren la intemperie de la marginación y la violencia”.

El llamado fue el de anudar esperanzas, fortalecer la trama del “nosotros” y reconocer que cada persona aporta un hilo valioso para construir un mundo más humano y fraterno.

Amerindia

Esperanza tejida con los pueblos

Creemos que todos y todas aportamos hilos valiosos a la trama de un mundo más humano y fraterno. Creemos que es posible animar talleres donde lo diverso florezca y la esperanza anime la vida”, se expresó resumiendo el espíritu del encuentro:

La oración del Padre Nuestro selló el momento, recordando que “nos encontramos convocados por una esperanza desde abajo”. Los participantes fueron invitados a discernir los colores y semillas con los que desean entretejer la vida compartida, especialmente junto a los pobres y vulnerables.

El canto “Iglesia sencilla, semilla del Reino, iglesia bonita, corazón del pueblo” resonó como un eco de compromiso con una Iglesia que camina junto a los pueblos y sus luchas por la liberación.

Bienvenida y memoria agradecida

El acto inaugural contó con las palabras de bienvenida de representantes de las tres instituciones organizadoras. En nombre de la PUCP, Véronique Lecaros. Jefa del Departamento Académico de Teología expresó la alegría de acoger a los teólogos y teólogas del continente: “Estamos muy felices de haber podido contribuir a la organización de este congreso”.

El inicio coincidió además con una fecha especial: el aniversario de la Pascua del padre Gustavo Gutiérrez, fundador del Departamento de Teología de la PUCP y del Instituto Bartolomé de las Casas, y padre de la Teología de la Liberación. “Es un día muy especial para nosotros”, señaló Véronique, recordando su legado de compromiso con los procesos de liberación y esperanza en toda América Latina.

Por su parte, Silvia Cáceres, del Instituto Bartolomé de las Casas, expresó su emoción de reunir a representantes de tantos países para “alimentar la esperanza que tanto necesitamos en estos contextos tan difíciles que vivimos”.

En nombre de AmerindiaAlejandro Ortiz agradeció la presencia de los participantes y el espíritu de comunión que los reúne: “En medio de guerras y colapsos, atreverse a reunirse, abrazarse y dialogar es ya una señal de salvación. Eso es lo que más se necesita hoy: ternura, solidaridad y escucha”, expresó.

Congreso tejido con método y esperanza

El equipo organizador explicó luego la metodología del encuentro, inspirada en la metáfora del tejido y en el método teológico de ver, discernir y actuar. Los congresistas fueron invitados a aportar los colores de sus territorios, luchas y esperanzas a la gran urdimbre común.

El tejido no es solo una metáfora linda, sino necesaria”, se dijo. La agenda contempla momentos de oración, diálogo en grupos, paneles temáticos y espacios culturales. Los asistentes recibieron materiales, indicaciones logísticas y un “glosario metodológico” para comprender la simbología del proceso.

La jornada concluirá con una actividad cultural, mientras que los próximos días se dedicarán al homenaje a Gustavo Gutiérrez y al desarrollo de paneles de reflexión sobre los horizontes de liberación que emergen desde los pueblos.

El IV Congreso Continental de Teología comenzó, así, con un signo de comunión y esperanza: un gran telar donde cada hilo, cada historia y cada rostro, contribuyen a tejer la vida y la fe del continente.

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