El jesuita denuncia una "persecución implacable" en su contra Felipe Berríos: “Llevo más de 3 años cargando con el estigma de haber cometido delitos de connotación sexual que nunca cometí”

Felipe Berríos
Felipe Berríos

Berríos rompió este miércoles su silencio después de que la Santa Sede dejara sin efecto todas las sanciones en su contra, revocando su expulsión de la Compañía de Jesús. Una decisión tomada después del sobreseimiento definitivo (por prescripción) de los cargos de abusos sexuales que enfrentaba

“Llevo más de 3 años cargando con el estigma de haber cometido delitos de connotación sexual que nunca cometí”. Felipe Berríos rompió este miércoles su silencio después de que la Santa Sede dejara sin efecto todas las sanciones en su contra, revocando su expulsión de la Compañía de Jesús. Una decisión tomada después del sobreseimiento definitivo (por prescripción) de los cargos de abusos sexuales que enfrentaba.

En una declaración pública (que ofrecemos al final de esta nota, a través de Bío Bío) Berríos denuncia haber sufrido "un estigma devastador" y una "persecución implacable" durante tres años, que ahora -al parecer- toca a su fin. El dictamen de Doctrina de la Fe "me libera de toda responsabilidad", asegura. 

Creemos. Crecemos. Contigo

Así, Felipe Berríos acusa persecución, pero afirma: “La verdad me ha hecho libre”. “Llevo más de tres años siendo atacado sin piedad por la Fundación para la Confianza y sin misericordia por la propia Compañía de Jesús (…) Hoy, tras vivir un proceso de profundo dolor, de soledad, de reflexión, de humilde trabajo pastoral en La Chimba y de oración, la verdad me ha hecho libre”, insistió.

En un duro reproche a la Compañía de Jesús, Berríos lamenta que, pese a su exoneración, la orden "persiste en sancionarme por cualquier vía”, acusándolo de haber incumplido su voto de obediencia por defenderse. “Como hombre de fe, seguiré guiando mi vida bajo los principios de Jesús al modo de San Ignacio de Loyola, el padre Arrupe y San Alberto Hurtado y continuaré poniendo en práctica su palabra ahí donde me necesiten”, concluye.

Etiquetas

Volver arriba