"La lógica del Evangelio no es condenar, separar, sino abrir puertas" Manuel Uña O.P.: "En mi trabajo como sacerdote lo que más me ha ayudado es prestar atención al 'cómo'"

Fr. Manuel Uña Fernández, O.P.
Fr. Manuel Uña Fernández, O.P.

Fr. Manuel Uña Fernández, O.P. : "La Iglesia debe prestar atención al cómo tratar a los que no han sido capaces de vivir la indisolubilidad de su matrimonio y a tantos que sufren la desorientación del momento"

El sacerdote dominico español Manuel Uña Fernández que lleva más de 25 años viviendo en Cuba, ha publicado una reflexión en el marco de los 5 años de la salida de la exhortación apostólica Amoris Laetitia

Bajo el título de 'Custodiemos la Belleza de la Familia', el artículo nos refiere a que la luz encendida hace cinco años por la exhortación apostólica continúa iluminando el camino de la Iglesia y de cada persona

El sacerdote dominico español Manuel Uña Fernández que lleva más de 25 años viviendo en Cuba, ha publicado una reflexión en el marco de los 5 años de la salida de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, ‘La alegría del corazón’.

Bajo el título de "Custodiemos la Belleza de la Familia", el artículo nos refiere a que la luz encendida hace cinco años por la exhortación apostólica Amoris Laetitia, publicada el 8 de abril de 2016, continúa iluminando el camino de la Iglesia y de cada persona de buena voluntad. Bajo ella nos dimos cuenta de la sabiduría de los padres sinodales y del Papa Francisco al invitarnos a contemplar con mirada nueva la realidad de las familias y redescubrir su belleza, la alegría del amor.

El Papa Francisco

Fray Uña O.P nos plantea en el texto publicado en el boletín dominical Vida Cristiana su criterio sobre el pensamiento del papa Francisco: "Al dirigirse el Papa a los pastores, les dice: “Despierten, dense cuenta del momento que viven, abájense de sus principios teóricos y acérquense, como buenos samaritanos, para acompañar a las personas caídas al borde del camino...” Destacan dos verbos claves: acompañar e integrar, nunca marginar".

Familia
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Los Sacerdotes y la Familia

El dominico español, pero cubano por adopción eclesial, le habla desde su ejemplo a otros que colaboran en el acompañamiento a las familias, así les refiere: "En mi trabajo como sacerdote lo que más me ha ayudado es prestar atención al “cómo”. Cómo me hago compañero de camino de las personas, cómo les muestro la cercanía del Padre y de nuestra Madre, la Iglesia, cómo tratar a los que no han sido capaces de vivir la indisolubilidad de su matrimonio y a tantos que sufren la desorientación del momento. La lógica del Evangelio no es condenar, separar, sino abrir puertas, las puertas de la mente y del corazón, para que la riqueza de lo diverso circule libre y lo mejor de lo humano se potencie.

La Pastoral Familiar

Fr. Uña O.P desde su llegada a nuestro país se ha caracterizado por su cercanía a las familias cubanas y su acompañamiento a las mismas en medio de situaciones de vulnerabilidad. Por eso es necesario escuchar sus consejos dirigidos a la pastoral familiar cuando refiere:

"En el corazón de toda pastoral familiar hay dos aspectos irrenunciables: la franqueza del anuncio del Evangelio y la ternura del acompañamiento. Por un lado, anunciamos a las parejas, a los esposos y a las familias una palabra que los ayude a captar el auténtico sentido de su unión y de su amor, signo e imagen del amor trinitario y de la alianza entre Cristo y la Iglesia. Por otro, la Iglesia, cuando anuncia el Evangelio de la familia, lo hace sumergiéndose en la vida real, conociendo las labores cotidianas de los esposos y de los padres, todas esas pequeñas y grandes situaciones que pesan y a veces obstaculizan su camino."

Con acierto el P. Uña O.P. nos plantea que ninguna familia es un “problema”, sino, principalmente, una oportunidad concreta, que “golpe a golpe” se construye y se arraiga en la esperanza. Gracias a las familias que hacen posible que el milagro del amor renazca cada día, gracias al Papa Francisco que nos regala Amoris Laetitia.

Conclusiones

Al final de su reflexión el dominico español nos pide que no olvidemos la llamada de Jesús a no detenernos nunca y nos regala su testimonio: “Recuerdo un refrán que decía que el agua estancada se corrompe, se echa a perder. Es lo que pasa cuando esa vida del amor en los primeros años del matrimonio se estanca, deja de estar en movimiento, deja de tener esa inquietud que la empuja hacia delante. La danza hacia adelante con ese amor joven, la danza con esos ojos asombrados hacia la esperanza, no debe detenerse” (AL, 219). No, no nos detengamos, porque, como diría el siervo de Dios, Mons. Adolfo Rodríguez Herrera, “en el Señor miramos con serena confianza el futuro siempre incierto, porque sabemos que mañana, antes que salga el sol, habrá salido para Cuba -y para el mundo entero- la Providencia de Dios”.

Padre Uña
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