Anticipa acciones de reparación del daño espiritual La Iglesia argentina condena los ataques contra catedrales en las marchas del #8M

San Luis, 8 de marzo
San Luis, 8 de marzo

Los obispos de San Juan, Salta y San Luis condenan hechos de intolerancia contra templos católicos y afirman que constituyen un desprecio a la libertad de culto y ofenden los sentimientos religiosos

El lunes, en el marco de la marcha por el Día Internacional de la Mujer (#8M) en la capital provincial, grupos minoritarios realizaron pintadas y arrojaron piedras contra el frente del Sanatorio Rivadavia, centro asistencial conocido por ser objetor institucional a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo

Luego, frente a la Iglesia Universal y la catedral San Luis Rey, donde lanzaron bombas de pintura

Los obispos de San Juan, Salta y San Luis condenaron los hechos de intolerancia contra las catedrales de esas jurisdicciones eclesiásticas perpetrados por grupos aislados durante las marchas por el Día Internacional de la Mujer, destinadas a reivindicar sus derechos y repudiar los femicidios y la violencia de género.

El arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, difundió un comunicado en el que reitera su adhesión y apoyo a los legítimos reclamos por igual de entre varones y mujeres, mayor justicia laboral, a la vez que rechazó y aborreció “las agresiones físicas, morales, verbales y de todo tipo hacia la mujer”.

“Todos debemos hacer mucho más por la dignidad de la mujer”, sostuvo citando al Papa Francisco.

“Así como estamos decididos a apoyar legítimos reclamos de la mujer, también, con firmeza, señalamos nuestro desacuerdo con cualquier expresión de violencia e intolerancia hacia personas, instituciones o grupos sociales, como el que debimos padecer el pasado lunes”, subrayó en el comunicado.

“Las agresiones vandálicas a la iglesia catedral, son un desprecio a la libertad religiosa y ofenden de manera directa a la feligresía católica, que observa con tristeza este ataque a la Iglesia Madre”, sostuvo.



Lozano dispuso “dejar las paredes en el estado actual hasta después de la Semana Santa” y anticipó que durante este tiempo se procederá a realizar “las actividades pertinentes a modo de reparación del daño moral y espiritual ocasionado”.

En tanto, el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, expresó su dolor tras el momento de tensión vivido el lunes 8 de marzo, cuando un grupo de mujeres se dirigió a la catedral provocando disturbios en el lugar y perpetrando actos de violencia a la imagen peregrina del Señor del Milagro.

“Por eso nos duele más. Es como que hubieran atacado el corazón del ser del salteño. Estamos perplejos porque no podemos entender una reacción así de gente de Salta”, lamentó el prelado, quien recordó que ya fueron agredidos en otras ocasiones, “pero eran manifestaciones de gente no salteña”, aclaró.

“Aquí era gente salteña y chicas jóvenes, lideradas por gente con la cara tapada. Uno no puede entender y te duele, porque la ofensa es a Dios Nuestro Señor en su imagen y a los hermanos”, aseguró.



“Me pongo a pensar en la cantidad de gente que a lo largo de la pandemia se para ahí -en el atrio de la catedral-, hombres, mujeres, niños, ancianos, a pedir fuerzas. No se dan cuenta -las agresoras- que no nos ofenden a nosotros sino al Señor y a la gente, eso es lo que no logro entender”, enfatizó.

Según precisó el medio "Verdad en Libertad", los efectivos policiales salteños que custodiaban la catedral fueron enfrentados por el grupo de mujeres, que tiraron las vallas de seguridad e intentaron ingresar con bengalas en la mano al templo. "Encontramos bombas molotov y piedras, si no fuera por las rejas nos mataban de una pedrada", precisó un trabajador de la catedral.

El obispo de San Luis, Gabriel Barba, repudió y lamentó los hechos de vandalismo perpetrados el #8M en la capital provincial, donde grupos minoritarios ocasionaron destrozos y realizaron pintadas en la catedral local, un templo evangélico y un reconocido sanatorio.

“En San Luis, esta conmemoración se ha opacado por el vandalismo de un sector reducido y violento de mujeres que avasallaron el derecho de muchos ciudadanos. Claramente, muchas mujeres no se sienten representadas por estos sectores reducidos y violentos”, expresó en un comunicado.



“Repudiamos y lamentamos los destrozos, pero sobre todo nos solidarizamos con las policías agredidas, rogamos que pronto puedan recuperar su salud, perdida por las agresiones”, sostuvo.

El lunes, en el marco de la marcha por el Día Internacional de la Mujer (#8M) en la capital provincial, grupos minoritarios realizaron pintadas y arrojaron piedras contra el frente del Sanatorio Rivadavia, centro asistencial conocido por ser objetor institucional a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Luego frente a la Iglesia Universal y la catedral San Luis Rey, donde lanzaron bombas de pintura.

Los hechos de violencia también se repitieron frente a la la Casa de Gobierno y Legislatura provincial, donde está ubicado el despacho del vicegobernador Mario Abed, que quedó totalmente destruido. También hubo desmanes en los Tribunales, donde un efectivo policial fue pintarrajeado por las manifestantes y en una delegación de la Policía Turística de San Luis.

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