La alerta es máxima en toda la región caribeña La Iglesia de las Antillas llama a la oración y la solidaridad ante el paso del huracán Melissa

Huracán Melissa
Huracán Melissa

El huracán Melissa continúa desplazándose lentamente por el Caribe central y la Conferencia Episcopal de las Antillas (AEC) ha hecho un pedido urgente a la oración, la solidaridad y la esperanza cristiana ante la inminente amenaza de destrucción en varias islas del Caribe

Monseñor Gordon, presidente de la Conferencia episcopal antillana, invitó a los fieles a vivir la fe en acción: "Apoyémonos unos a otros a través de la oración, la compasión y actos concretos de generosidad"

La AEC, que agrupa a los obispos de 19 territorios eclesiásticos del Caribe, ha reiterado su compromiso con el acompañamiento pastoral en situaciones de desastre y con el fortalecimiento de redes de apoyo interdiocesanas

(ADN Celam).- Mientras el huracán Melissa continúa desplazándose lentamente por el Caribe central, con vientos sostenidos que alcanzan la categoría 4, la Conferencia Episcopal de las Antillas (AEC) ha hecho un pedido urgente a la oración, la solidaridad y la esperanza cristiana ante la inminente amenaza de destrucción en varias islas del Caribe.

Unirse en oración por nuestros hermanos

En un mensaje firmado por su presidente, monseñor Charles Jason Gordon, arzobispo de Puerto España (Trinidad y Tobago), los obispos expresaron su cercanía espiritual a los pueblos más expuestos a la tormenta. “Invito a todos los fieles del Caribe a unirse en ferviente oración por nuestros hermanos y hermanas en Jamaica, Cuba, Haití y la República Dominicana”, escribió el prelado.

Creemos. Crecemos. Contigo

El huracán Melissa, que se ha fortalecido en las últimas horas sobre aguas cálidas del Caribe, amenaza con provocar inundaciones, deslizamientos y daños severos en infraestructuras y viviendas, especialmente en Jamaica, donde podría impactar fuertemente según los últimos reportes meteorológicos.

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Frente a este panorama, monseñor Gordon pidió que “mantengamos especialmente en nuestros corazones a los habitantes de la Arquidiócesis de Kingston, bajo el cuidado pastoral del Arzobispo Kenneth Richards, y a las Diócesis de Mandeville y Montego Bay, dirigidas por el Obispo John Persaud”.

Fe en medio de la tormenta

El presidente de la AEC rogó que el Señor “proteja a todas las comunidades en la trayectoria del huracán de todo daño”, recordando que el sufrimiento de un pueblo es compartido por toda la familia del Caribe.

El mensaje episcopal pone especial énfasis en la oración como respuesta de fe frente a las adversidades naturales. “Nuestra vulnerabilidad compartida nos llama a una fe más profunda, a la solidaridad y a la administración de la creación”, recordó el arzobispo citando la Carta Pastoral de la AEC sobre Desastres Naturales (2025), documento que subraya el deber cristiano de cuidar la casa común y sostenerse mutuamente en tiempos de crisis.

En esa misma línea, monseñor Gordon invitó a los fieles a vivir la fe en acción: “Apoyémonos unos a otros a través de la oración, la compasión y actos concretos de generosidad”.

Los obispos caribeños consideran que cada huracán es también una oportunidad para reavivar la fraternidad entre las comunidades y para poner en práctica los valores del Evangelio. “Que María, Estrella del Mar, interceda por todos aquellos en peligro, y que Cristo, nuestra Esperanza, calme toda tormenta dentro y alrededor de nosotros”, concluye el mensaje.

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Contexto regional

El huracán Melissa ha despertado la alerta máxima en toda la región caribeña. Los gobiernos de Jamaica, Haití y República Dominicana han declarado estado de emergencia y coordinan evacuaciones en zonas costeras. En Cuba oriental se prevén lluvias intensas y marejadas, mientras que en Puerto Rico y las Antillas Menores se registran ya los primeros efectos indirectos del sistema tropical.

La AEC, que agrupa a los obispos de 19 territorios eclesiásticos del Caribe, ha reiterado su compromiso con el acompañamiento pastoral en situaciones de desastre y con el fortalecimiento de redes de apoyo interdiocesanas. En su carta pastoral de 2025, los prelados recordaban que “la creación gime con dolores de parto, pero la esperanza cristiana nos llama a cuidar y reconstruir juntos”.

El llamado de monseñor Gordon es una exhortación urgente: a rezar, cuidar y actuar. En medio de la incertidumbre, los obispos del Caribe invitan a mirar hacia el cielo, pero también a tender la mano al hermano. Porque, como afirma el mensaje, “la oración compartida y la compasión solidaria son las verdaderas fortalezas que ninguna tormenta puede destruir”.

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