La Iglesia brasileña denuncia la situación de las encarceladas "¿Cuál es la condición de las mujeres brasileñas en prisión en el momento de la pandemia de coronavirus?"

Reclusa de una cárcel de Brasil
Reclusa de una cárcel de Brasil

Entre 2000 y 2016 la población femenina en prisión creció en un 698%

"Las mujeres en prisión son extremadamente invisibles y, con la actual pandemia de coronavirus, conocer su situación se ha vuelto aún más difícil"

"Pedimos a los funcionarios de la Pastoral Penitenciaria y a los familiares que visitan a las mujeres detenidas que respondan al cuestionario. Se garantizará su anonimato"

(Vatican News).-¿Cuál es la condición de las mujeres en prisión en el momento de la pandemia de coronavirus? Esta es la pregunta que está en el origen del cuestionario lanzado en línea por la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica del Brasil: 14 preguntas que pueden ser respondidas, con la garantía del anonimato, por agentes penitenciarios, coordinadores y agentes pastorales, familiares de los reclusos.

Entre las cuestiones más relevantes, las relativas al acceso a la información sobre el coronavirus, pero también sobre posibles casos de violencia o tortura y sobre madres encarceladas. El cuestionario, explica una nota publicada en el sitio web de los obispos brasileños, "ayudará a pensar y decidir juntos sobre las futuras acciones a tomar a favor de las mujeres en prisión".

En Brasil, de hecho, el encarcelamiento de mujeres, en proporción, tiene un porcentaje más alto que el de los hombres: según el Ministerio de Justicia, entre 2000 y 2016 la población femenina en prisión creció en un 698%, haciendo "cada vez más precarias las condiciones de supervivencia de las detenidas".

En las cárceles de mujeres, "además de la precariedad y la violencia que son comunes en las cárceles de hombres", se multiplican las violaciones de los derechos: "la falta de atención médica para las mujeres embarazadas y madres lactantes, la separación brusca de las madres de sus hijos, la ausencia de ropa de cama adecuada, las restricciones impuestas a las visitas de los familiares que dan a las reclusas una verdadera sensación de abandono". "Las mujeres en prisión - leemos - son extremadamente invisibles y, con la actual pandemia de coronavirus, conocer su situación se ha vuelto aún más difícil".

Y todo esto no sólo concierne a las detenidas: la pastoral penitenciaria brasileña denuncia que "las mujeres que visitan a sus familiares en la cárcel también sufren innumerables formas de agresión, hostigamiento, violencia, que se suman a los prejuicios y al rechazo que viven en la vida cotidiana como familiares de detenidos". "Pedimos a los funcionarios de la Pastoral Penitenciaria y a los familiares que visitan a las mujeres detenidas que respondan al cuestionario. Se garantizará su anonimato", concluye la nota.

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